Pues explota el mercado audiovisual de las televisiones en España con dos fusiones que modificarán toda la oferta, posiblemente para dar peor calidad a largo plazo. Pero el mercado obliga y la crisis más, a realizar agrupaciones empresariales.
Complicado será que unidas en parejas, puedan mantenerse todas las marcas como elementos diferenciadores e independientes para poder acceder tanto a todos los espectadores como a la publicidad.
La guerra está ahora más abierta, encerrada curiosamente en sólo tres posibilidades tras crearse en España muchas plataformas que al final está calro, no han servido para dar servicios mejores a los ciudadanos.
Quien crea que la televisión es una herramienta menor se equivoca, podría haber sido un elemento agrupador y cultural que no manipulador y basurero, y en cambio se está quedando en servicios empresariales que incluso pueden ser todavía más manipuladores que ahora.
Esperamos que la Primera y la Segunda, al ser públicas y sin anuncios, puedan servir para ocupar el espacio que debe tener una televisión de calidad para los ciudadanos y no para las empresas privadas con intereses muy concretos y no todos claros.