Tras tardar algunos años en entender que la justicia es un "poder" más importante incluso que los otros dos sobre los que se sustenta la democracia…
…entiende uno que resulte increible ciertas piruetas políticas que desde luego, hacen perder credibilidad al sistema.
Que la alcaldesa de La Muela salga de la cárcel puede ser normal, no se puede tener a una persona detenida eternamente, esperando juicio, con lo lenta que es la justicia en este santo país.
Pero que sea posible la vuelta a su puesto de trabajo, es increible, es tremendo, no tiene nombre dentro de la credibilidad política. Hay que cambiar las normas, las leyes, las lógicas, porque la sociedad no entiende nada y castiga a todos los políticos por igual.
Que puedan reunir en pocas horas 800.000 euros de fianza, es para tantas familias que no tienen que comer mes si y mes también, un dolor tremendo.
Que los estamentos políticos aragoneses no puedan obligar a este cargo público a quedarse en su hogar, que la propia justicia no pueda obligar a una persona acusada de estos delitos, a estar al menos en arresto domiciliario, es un error que mina la credibilidad.
Me da igual si se pueden probar o no ciertos delitos que han quedado reflejados en decenas de conversaciones publicadas. Lo grave es lo que le queda a la sociedad en su fuero interno. Un dolor que se convierte en absentismo y abandono social y político.
Mal vamos.
…entiende uno que resulte increible ciertas piruetas políticas que desde luego, hacen perder credibilidad al sistema.
Que la alcaldesa de La Muela salga de la cárcel puede ser normal, no se puede tener a una persona detenida eternamente, esperando juicio, con lo lenta que es la justicia en este santo país.
Pero que sea posible la vuelta a su puesto de trabajo, es increible, es tremendo, no tiene nombre dentro de la credibilidad política. Hay que cambiar las normas, las leyes, las lógicas, porque la sociedad no entiende nada y castiga a todos los políticos por igual.
Que puedan reunir en pocas horas 800.000 euros de fianza, es para tantas familias que no tienen que comer mes si y mes también, un dolor tremendo.
Que los estamentos políticos aragoneses no puedan obligar a este cargo público a quedarse en su hogar, que la propia justicia no pueda obligar a una persona acusada de estos delitos, a estar al menos en arresto domiciliario, es un error que mina la credibilidad.
Me da igual si se pueden probar o no ciertos delitos que han quedado reflejados en decenas de conversaciones publicadas. Lo grave es lo que le queda a la sociedad en su fuero interno. Un dolor que se convierte en absentismo y abandono social y político.
Mal vamos.