Cristiano Ronaldo, Benzema o Kaká enamoran a los españoles, a los masculinos y listos madrileños que aman al deporte, a los que piensan que ver a Cristiano Ronaldo, Benzema o Kaká es hacer un bien para su cuerpo, porque no hay nada como el fútbol para levantar pasiones y a la vez, abandonar y olvidar otras penas.
Estamos en una maravillosa época para aletargar a todo ciudadano de bien que se precie, porque hemos aprendido a dominar los medios, a controlar por las buenas los instintos de toda la sociedad, a que podamos asegurar sin cinismo y con rotundidad que nada se nos escapa al control del "Gran Hermano". Ya no habrá más guerras, excepto que nos interesen, porque si hace falta, crearemos más combates de fútbol multimillonario entre barrios o comunidades. Buenos somos nosotros, como para no resolver los problemas controlando todo lo que se nos menee.
Yo me tengo que reunir mañana con vecinos cabreados en un bar alejado varias calles de su barrio para no ser vistos por otros vecinos, porque tienen temor a que quien controla la Asociación les vea hablando con los "apestados" que ya no son amigos porque no se les ñuede exprimir más las ideas y el trabajo. Miedo, miedo, miedo. Y todo por no estar atentos ante el fútbol, y desear mejoras para su barrio.
¡Tontos!
Yo veo a 40.000 jóvenes que en una tarde de excesivo calor, en vez de quejarse por el paro o el acceso a la vivienda, por la emancipación o la sanidad, se juntan para gritar maravillas a un listo listísimo, que se va a llevar los millones (de euros) por todo el morro, simplemente por hacer bien algo tan complejo e importante para la humanidad como meter una pelotica en un saco.
Es poco lo que se les paga a Cristiano Ronaldo, Benzema o Kaká, sin con eso conseguimos que la sociedad siga amodorrada e imbécil perdida, mientras no somos capaces de hacer nada por estar igual a como estaban mis padres.
Si mi padre levantara la cabeza y viera a mi hijo trabajar incluso los domingos por un sueldo tan bajo, me llamaría borrego. Pero yo le diría que tengo televisión a color de 40 pulgadas con software de detalle en sombras, con el que puedo calcular la distancia a la que disparan Cristiano Ronaldo, Benzema o Kaká sus balones, cosa que él, nunca tuvo.
¡¡Dios, qué contento estoy!!
Yo me tengo que reunir mañana con vecinos cabreados en un bar alejado varias calles de su barrio para no ser vistos por otros vecinos, porque tienen temor a que quien controla la Asociación les vea hablando con los "apestados" que ya no son amigos porque no se les ñuede exprimir más las ideas y el trabajo. Miedo, miedo, miedo. Y todo por no estar atentos ante el fútbol, y desear mejoras para su barrio.
¡Tontos!
Yo veo a 40.000 jóvenes que en una tarde de excesivo calor, en vez de quejarse por el paro o el acceso a la vivienda, por la emancipación o la sanidad, se juntan para gritar maravillas a un listo listísimo, que se va a llevar los millones (de euros) por todo el morro, simplemente por hacer bien algo tan complejo e importante para la humanidad como meter una pelotica en un saco.
Es poco lo que se les paga a Cristiano Ronaldo, Benzema o Kaká, sin con eso conseguimos que la sociedad siga amodorrada e imbécil perdida, mientras no somos capaces de hacer nada por estar igual a como estaban mis padres.
Si mi padre levantara la cabeza y viera a mi hijo trabajar incluso los domingos por un sueldo tan bajo, me llamaría borrego. Pero yo le diría que tengo televisión a color de 40 pulgadas con software de detalle en sombras, con el que puedo calcular la distancia a la que disparan Cristiano Ronaldo, Benzema o Kaká sus balones, cosa que él, nunca tuvo.
¡¡Dios, qué contento estoy!!