El actual marco de contratos laborales en España ha demostrado ya su agotamiento. No es de recibo que sólo se hagan contratos eventuales, que se escapan a los derechos comparables al resto de contratos fijos, de trabajadores con años de antigüedad. En el último mes casi el 91% de los contrastos fueron eventuales, y estamos hablando de un momento económico de recesión y no de creación de nuevas empresas y puestos. No se trataría de quitar derechos adquiridos a los contratos ya firmados, sino de adaptar los nuevos contratos a una simplificación mayor, sin pérdida de derechos.
Un único “nuevo” contrato básico se puede asentar en el mercado laboral, sujeto a una temporalidad indefinida, con una indemnización por rescisión pactada en el mismo y con un mínimo por ley que puede ser de unos 30/40 días por año trabajado, que irá bajando en 1 día por año según aumente la duración del mismo, hasta un mínimo de 20 días por año trabajado con una antigüedad de 10/20 años.
Deben tener los mismos derechos laborales, los mismos accesos a ayudas, se esté trabajando en una empresa grande o en una PYME. Hoy los EREs, las prejubilaciones, las ayudas en forma de seguros de todo tipo, no son iguales en un tipo de empresa a que en otra, y no estoy hablando de lo que se consigue con convenios colectivo, sino de acceso a derechos reales. Si hay duda, ver estadísticas.
Hay que potenciar la FP y la Formación Continua, de forma real; cambiar el actual sistema de prácticas laborales no remuneradas para que no se conviertan en un coladero de mano de obra estival gratuita y además sin calidad. Buscar nuevos nichos laborales más técnicos, de más calidad, de más formación y valor añadido.
Hay que rejuvenecer las plantillas y dotarlas de más profesionalidad a costa de jubilaciones de relevo, a la vez que hay que cambiar el actual sistema de acceso a las pensiones hacia sistemas además de sostenibles, más lógicos. No debe asustarnos que la gente que así lo desee se jubile con 60 años, ni que lo hagan con 70 años. Si los trabajadores de las grandes empresas dejan su trabajo con una media inferior a los 60 años, no tiene sentido que no tengan el mismo acceso los trabajadores de las PYMES. Una persona debe poder tener libertad tras 40 años de trabajo, para poder disfrutar del resto de su vida. Nunca volverá a existir una generación como la actual, con 40 años cotizados.
Un único “nuevo” contrato básico se puede asentar en el mercado laboral, sujeto a una temporalidad indefinida, con una indemnización por rescisión pactada en el mismo y con un mínimo por ley que puede ser de unos 30/40 días por año trabajado, que irá bajando en 1 día por año según aumente la duración del mismo, hasta un mínimo de 20 días por año trabajado con una antigüedad de 10/20 años.
Deben tener los mismos derechos laborales, los mismos accesos a ayudas, se esté trabajando en una empresa grande o en una PYME. Hoy los EREs, las prejubilaciones, las ayudas en forma de seguros de todo tipo, no son iguales en un tipo de empresa a que en otra, y no estoy hablando de lo que se consigue con convenios colectivo, sino de acceso a derechos reales. Si hay duda, ver estadísticas.
Hay que potenciar la FP y la Formación Continua, de forma real; cambiar el actual sistema de prácticas laborales no remuneradas para que no se conviertan en un coladero de mano de obra estival gratuita y además sin calidad. Buscar nuevos nichos laborales más técnicos, de más calidad, de más formación y valor añadido.
Hay que rejuvenecer las plantillas y dotarlas de más profesionalidad a costa de jubilaciones de relevo, a la vez que hay que cambiar el actual sistema de acceso a las pensiones hacia sistemas además de sostenibles, más lógicos. No debe asustarnos que la gente que así lo desee se jubile con 60 años, ni que lo hagan con 70 años. Si los trabajadores de las grandes empresas dejan su trabajo con una media inferior a los 60 años, no tiene sentido que no tengan el mismo acceso los trabajadores de las PYMES. Una persona debe poder tener libertad tras 40 años de trabajo, para poder disfrutar del resto de su vida. Nunca volverá a existir una generación como la actual, con 40 años cotizados.