No siempre la participación en las organizaciones sociales de todo tipo, es sinónimo de eficacia ni de calidad. Pero tampoco de lo contrario. La participación social en la toma de decisiones sirve sobre todo para buscar consensos, para crecer en posibilidades, para saber qué es lo que desea la sociedad a la que representa, para aumentar las ideas posibles entre las que elegir las más eficaces. Pero en sí misma no es capaz de garantizar la eficacia.
En todo toma de decisiones participativas, el papel del organizador, del líder social que es capaz de motivar y de recoger, de separar y dar sentido, de agrupar y sumar es fundamental. De nada sirve ser capaz de recoger miles de ideas, si entre ellas no se entresacan las buenas y posibles, las mejores para el momento concreto, las que ayudan en el medio plazo, las que sin separarse del ideario de la organización hacen crecer a esta por enriquecimiento de sus posibilidades.
Es pues la participación el mejor sistema para enriquecer las posibilidades, pero sin un grupo de personas capaces de clasificar y discernir, sirve de poco la participación para asegurar la calidad.
Sin duda, la NO participación es siempre MUCHO peor, lo que no debe impedirnos analizar los puntos flojos del sistema participativo dentro de las asociaciones, para conocerlos y resolverlos.
En todo toma de decisiones participativas, el papel del organizador, del líder social que es capaz de motivar y de recoger, de separar y dar sentido, de agrupar y sumar es fundamental. De nada sirve ser capaz de recoger miles de ideas, si entre ellas no se entresacan las buenas y posibles, las mejores para el momento concreto, las que ayudan en el medio plazo, las que sin separarse del ideario de la organización hacen crecer a esta por enriquecimiento de sus posibilidades.
Es pues la participación el mejor sistema para enriquecer las posibilidades, pero sin un grupo de personas capaces de clasificar y discernir, sirve de poco la participación para asegurar la calidad.
Sin duda, la NO participación es siempre MUCHO peor, lo que no debe impedirnos analizar los puntos flojos del sistema participativo dentro de las asociaciones, para conocerlos y resolverlos.