Los que creemos en lo público estamos en desventaja, no porque seamos menos ni tampoco porque no tengamos razón. Simplemente porque no defendemos la calidad de nuestra idea por encima de nuestros enemigos, porque no dotamos a la público de los resortes para que tenga calidad y respeto, para que pueda defenderse en “el mercado” en el que tiene que pelear, inevitablemente.
La sanidad y la educación, son los dos ejemplos más sangrantes de mala utilización de lo público por parte de los que creen en su existencia. Somos nosotros los culpables de que sus resultados no soporten un análisis serio, que su calidad sea cada vez peor sobre todo si la comparamos con hace una o dos décadas. No es cierto que la universalización sea la única culpable de la pérdida de calidad, es esto dar la razón en quienes no creen en lo público, el motivo es una dotación muy justa y un cuidado en la normas de funcionamiento nulo.
No ponemos en valor lo que es lo público, y por ello nadie lo respeta.
Nadie dijo que lo público tenía que ser gratis total. Este es otro de las grandes errores. Una cosa es el reparto equitativo y social de los costes de lo necesario por ser humanos y otro que sea gratis para todos y en todos los casos. ¿Porqué se regalan los libros de texto en los colegios públicos y concertados? Está en contra de todo sistema de reparto lógico de los recursos, y en contra de que se puedan hacer otras medidas necesarias.
¿Porqué todo estudiante de Universidad pública paga menos de 1000 euros, cuando el coste de cada año supera los 6.000 euros, sin tener en cuenta ingresos familiares, casi ni repeticiones de cursos, en absoluto asistencia a clase o materias elegidas, casi sin tener en cuenta su aprovechamiento? Mientras tanto nos quejamos de que no se dota a la Universidad pública de presupuesto suficiente para investigación. ¿Cuántos alumnos de los matriculados acuden más de un 35% a las clases? ¿cuántos más de 15%?
Nos asusta hablar del copago en la sanidad. ¿Por qué?. Nadie dice que tengan que pagar las familias con ingresos bajos, nadie de que tengan que pagar los pensionistas. ¿Cuántas familias acelerarían sus pruebas diagnósticas en la privada si tuvieran un tratamiento fiscal muy alto y con arreglo a sus ingresos?, ¿cuántas familias con recursos escasos deben esperar muchos meses a una intervención o a una prueba diagnóstica por saturación del sistema, mientras todos nos negamos a seguir pagando más impuestos? ¿Qué sucedería si por acudir a urgencias o a un especialista o a una prueba diagnóstica se tuviera que pagar una cantidad con arreglo al IRPF? ¿Alguien piensa que las familias con menos recursos se quedarían sin poder acceder a la sanidad, por un copago inteligente hecho desde la izquierda?
¿Para cuando la izquierda será capaz de decir claramente, aun a costa de perder votantes, que los impuestos son necesarios para mantener el Estado de Bienestar y la equitatividad social? ¿Para cuando el control contra el despilfarro público, por parte de los que lo tienen que controlar, para que resulte creíble subir los impuestos?
La sanidad y la educación, son los dos ejemplos más sangrantes de mala utilización de lo público por parte de los que creen en su existencia. Somos nosotros los culpables de que sus resultados no soporten un análisis serio, que su calidad sea cada vez peor sobre todo si la comparamos con hace una o dos décadas. No es cierto que la universalización sea la única culpable de la pérdida de calidad, es esto dar la razón en quienes no creen en lo público, el motivo es una dotación muy justa y un cuidado en la normas de funcionamiento nulo.
No ponemos en valor lo que es lo público, y por ello nadie lo respeta.
Nadie dijo que lo público tenía que ser gratis total. Este es otro de las grandes errores. Una cosa es el reparto equitativo y social de los costes de lo necesario por ser humanos y otro que sea gratis para todos y en todos los casos. ¿Porqué se regalan los libros de texto en los colegios públicos y concertados? Está en contra de todo sistema de reparto lógico de los recursos, y en contra de que se puedan hacer otras medidas necesarias.
¿Porqué todo estudiante de Universidad pública paga menos de 1000 euros, cuando el coste de cada año supera los 6.000 euros, sin tener en cuenta ingresos familiares, casi ni repeticiones de cursos, en absoluto asistencia a clase o materias elegidas, casi sin tener en cuenta su aprovechamiento? Mientras tanto nos quejamos de que no se dota a la Universidad pública de presupuesto suficiente para investigación. ¿Cuántos alumnos de los matriculados acuden más de un 35% a las clases? ¿cuántos más de 15%?
Nos asusta hablar del copago en la sanidad. ¿Por qué?. Nadie dice que tengan que pagar las familias con ingresos bajos, nadie de que tengan que pagar los pensionistas. ¿Cuántas familias acelerarían sus pruebas diagnósticas en la privada si tuvieran un tratamiento fiscal muy alto y con arreglo a sus ingresos?, ¿cuántas familias con recursos escasos deben esperar muchos meses a una intervención o a una prueba diagnóstica por saturación del sistema, mientras todos nos negamos a seguir pagando más impuestos? ¿Qué sucedería si por acudir a urgencias o a un especialista o a una prueba diagnóstica se tuviera que pagar una cantidad con arreglo al IRPF? ¿Alguien piensa que las familias con menos recursos se quedarían sin poder acceder a la sanidad, por un copago inteligente hecho desde la izquierda?
¿Para cuando la izquierda será capaz de decir claramente, aun a costa de perder votantes, que los impuestos son necesarios para mantener el Estado de Bienestar y la equitatividad social? ¿Para cuando el control contra el despilfarro público, por parte de los que lo tienen que controlar, para que resulte creíble subir los impuestos?