Tras entrevistar a 22.000 jóvenes de esta generación, en 17 países occidentales (España entre ellos), es decir con todas las posibilidades actuales de calidad de vida, y consultándoles…
¿Si usted en los próximos 15 años tuviera la oportunidad cierta de crear o iniciar una empresa, se atrevería a emprender esta tarea?
…le respuesta fue que sólo el 23% de los jóvenes, aun teniendo clara la oportunidad de poder montarse una empresa, tomaría la decisión de emprender ellos la aventura.
La generación actual de jóvenes, está saturada de tranquilidad, viene de familias en las que tienen de casi todo.
Y al miedo de cualquier aventura ante el futuro, se une la incertidumbre cierta de que les costará mucho alcanzar para ellos la misma calidad de vida que están recibiendo desde el hogar de sus padres. Y optan por no emprender la aventura de emanciparse, de independizarse, de hacerse adultos, o por asumir lo inevitable por edad, pero a un nivel bajo, sin riesgos.
No, la hipoteca no es un riesgo, sobre todo cuando han avalado los padres; porque en realidad, nada tienen, luego, nada pierden. El riesgo es salir a la calle y buscar el futuro, es montar un hogar y crear tu propia vida, es independizarte en otra ciudad, en otro país, emprender la huida y atreverse con una empresa del tipo de que sea. Intelectual, laboral, familiar, económica, etc.
Yo no necesito que ellos tomen ninguna decisión sobre su futuro, el mundo es de ellos y serán quienes disfruten o no de lo que siembren, pero algunos datos son tremendos. En 15 años los actuales padres que sustentan, entrarán en la jubilación poco a poco. El recambio generacional es imparable, es ley de vida. ¿Cómo se van a enfrentar a la vida que ya, sin duda, será suya sin remisión? No van a tener el colchón de los padres para nada, nosotros seremos una carga, más que una cueva en donde refugiarse.
Los listos que les están manipulando con el consumismo y la tecnología, van a seguir abusando de ellos, y es posible que entonces si, se den cuenta de que han perdido la ocasión de aprovechar su hueco generacional para montarse una calidad de vida aceptable.
De momento, no aguantan sermones de viejos como yo.
¿Si usted en los próximos 15 años tuviera la oportunidad cierta de crear o iniciar una empresa, se atrevería a emprender esta tarea?
…le respuesta fue que sólo el 23% de los jóvenes, aun teniendo clara la oportunidad de poder montarse una empresa, tomaría la decisión de emprender ellos la aventura.
La generación actual de jóvenes, está saturada de tranquilidad, viene de familias en las que tienen de casi todo.
Y al miedo de cualquier aventura ante el futuro, se une la incertidumbre cierta de que les costará mucho alcanzar para ellos la misma calidad de vida que están recibiendo desde el hogar de sus padres. Y optan por no emprender la aventura de emanciparse, de independizarse, de hacerse adultos, o por asumir lo inevitable por edad, pero a un nivel bajo, sin riesgos.
No, la hipoteca no es un riesgo, sobre todo cuando han avalado los padres; porque en realidad, nada tienen, luego, nada pierden. El riesgo es salir a la calle y buscar el futuro, es montar un hogar y crear tu propia vida, es independizarte en otra ciudad, en otro país, emprender la huida y atreverse con una empresa del tipo de que sea. Intelectual, laboral, familiar, económica, etc.
Yo no necesito que ellos tomen ninguna decisión sobre su futuro, el mundo es de ellos y serán quienes disfruten o no de lo que siembren, pero algunos datos son tremendos. En 15 años los actuales padres que sustentan, entrarán en la jubilación poco a poco. El recambio generacional es imparable, es ley de vida. ¿Cómo se van a enfrentar a la vida que ya, sin duda, será suya sin remisión? No van a tener el colchón de los padres para nada, nosotros seremos una carga, más que una cueva en donde refugiarse.
Los listos que les están manipulando con el consumismo y la tecnología, van a seguir abusando de ellos, y es posible que entonces si, se den cuenta de que han perdido la ocasión de aprovechar su hueco generacional para montarse una calidad de vida aceptable.
De momento, no aguantan sermones de viejos como yo.