La obra de teatro "Un Dios salvaje" de Yasmina Reza, interpretada magistralmente por Aitana Sánchez Gijón, Maribel Verdú, Pere Ponce y Antonio Molero es un ejercicio de crítica social no muy complejo, pero trabajado con unas tablas maravillosas por los 4 actores.
El teatro tiene vida cuando es realizado por profesionales que creen en su trabajo, que saben dominar los espacios, los silencios, las miradas, los gestos.
Ver trabajar en directo es un lujo para este siglo de plástico, que los aplausos no llegan a recompensar.
Debemos cuidar el teatro como un arte excepcional, capaz de hacer bueno un texto sencillo, por el trabajo de personas que creen en lo que nunca va dormirse. Las comparaciones con otros medios de comunicación más masivos es imposible, sencillamente porque nada tiene que ver el teatro con el cine o con la televisión.
El teatro está vivo en cada representación, Y muere al caer el telón.
El teatro tiene vida cuando es realizado por profesionales que creen en su trabajo, que saben dominar los espacios, los silencios, las miradas, los gestos.
Ver trabajar en directo es un lujo para este siglo de plástico, que los aplausos no llegan a recompensar.
Debemos cuidar el teatro como un arte excepcional, capaz de hacer bueno un texto sencillo, por el trabajo de personas que creen en lo que nunca va dormirse. Las comparaciones con otros medios de comunicación más masivos es imposible, sencillamente porque nada tiene que ver el teatro con el cine o con la televisión.
El teatro está vivo en cada representación, Y muere al caer el telón.