El PAR es un partido de pocos, aglutinado en torno a unas buenas ideas aragonesistas que poco a poco se han ido difuminando, dirigido por personas muy válidas jugando al ajedrez, pero no tanto pensando que Aragón es un territorio que necesita mucho amor político porque le falta poder estatal y fuerza.
En su camino histórico ha ido perdiendo buenos políticos, dirigentes extraviados, personalidades aragonesas con prestigio.
Y se ha ido convirtiendo en lo que muchos aragoneses no querían, en "esto".
Los comentarios sobre el PAR y algunos de sus máximos dirigentes eran en los últimos años, digamos que clamorosos, porque se oían mucho en los mentideros. Parece que todos menos el Sr. Biel escuchaban.
Al final ha saltado la tormenta, sin saber todavía el tamaño de los truenos y relámpagos, porque las cosas de palacio van despacio, como debe ser para hacerlas bien. Pero se puede aventurar que si nos han sido muy listos los implicados – que yo creo que si –, van a caer chuzos de punta para muchos.
El PAR hace años que debería haberse preguntado – y respondido – hasta donde deseaba llegar en su trabajo por Aragón, qué eseaba para un Aragón de futuo, más que en convertirse en un gestor político que era capaz de estar SIEMPRE en el Gobierno, mandara quien mandara en el mismo. Era un partido funcionario, capaz de trabajar – o no – junto a los que mandan, sin hacer ruido, pero recogiendo nueces.
Aragón necesita otro tipo de partidos propios. Da igual si su trabajo es votado o no por sus ciudadanos, lo importante es hacer las cosas bien e intentarlo. Si se está limpio de polvo y paja, al final los aragoneses, que de tontos no tiene nada, sabrán valorar los trabajos bien hechos. Y si no los saben valorar, pues habrá que seguir trabajando más todavía hasta que los reconozcan.
Ser "listos" en política, sirve para unos meses.
Pero no para tu país.
En su camino histórico ha ido perdiendo buenos políticos, dirigentes extraviados, personalidades aragonesas con prestigio.
Y se ha ido convirtiendo en lo que muchos aragoneses no querían, en "esto".
Los comentarios sobre el PAR y algunos de sus máximos dirigentes eran en los últimos años, digamos que clamorosos, porque se oían mucho en los mentideros. Parece que todos menos el Sr. Biel escuchaban.
Al final ha saltado la tormenta, sin saber todavía el tamaño de los truenos y relámpagos, porque las cosas de palacio van despacio, como debe ser para hacerlas bien. Pero se puede aventurar que si nos han sido muy listos los implicados – que yo creo que si –, van a caer chuzos de punta para muchos.
El PAR hace años que debería haberse preguntado – y respondido – hasta donde deseaba llegar en su trabajo por Aragón, qué eseaba para un Aragón de futuo, más que en convertirse en un gestor político que era capaz de estar SIEMPRE en el Gobierno, mandara quien mandara en el mismo. Era un partido funcionario, capaz de trabajar – o no – junto a los que mandan, sin hacer ruido, pero recogiendo nueces.
Aragón necesita otro tipo de partidos propios. Da igual si su trabajo es votado o no por sus ciudadanos, lo importante es hacer las cosas bien e intentarlo. Si se está limpio de polvo y paja, al final los aragoneses, que de tontos no tiene nada, sabrán valorar los trabajos bien hechos. Y si no los saben valorar, pues habrá que seguir trabajando más todavía hasta que los reconozcan.
Ser "listos" en política, sirve para unos meses.
Pero no para tu país.