
Incluso los errores de Zapatero son graves y lo que es peor, la oposición del PP está desaparecida o mejor dicho, buscando espías y tramas de ladrillos.
Muy mal estamos, como para no disponer de buenos entrenadores, capaces de insuflar ilusión y confianza, de gerenciar España con fuerza e ideas para una crisis nueva.
Solbes está quemado, Sebastián cabreado y fuera de tono, Almunia no quiere saber nada de un Zapatero enemigo, y de una situación que se complica por semanas.
No hay soluciones fáciles ni rápidas y se ha perdido desde hace meses lo fundamental, la confianza.
Deben cambiar varios ministerios, pero incluso el propio Zapatero debe cambiar de ideas y de forma de comunicarse con los españoles. Debe abandonar el populismo de los programas de peguntas manipuladas para someterse al cara a cara de verdad con los problemas, y demostrar que o sirve o no sirve.
Mientras tanto el PP está haciendo gala de ser un grupo de grupos, incapaces de comportarse, de tener líderes, de tener carisma.
Muy mal vamos a ir, si no somos capaces de areglar esta crisis, que se está convirtiendo en política.