

Con todos los asesinatos de representantes católicos se consiguió cercenar las esperanzas y hacer callar las críticas hacia el poder económico que es capaz de deshumanizar las relaciones humanas.
No se entendía en la jerarquía que los sacerdotes se mezclaran con los necesitados de justicia, que abrieran las iglesias como lugar de reivindicación, que se hablara claro y fuerte sobre el matrimonio de los sacerdotes católicos, que estos trabajaran y entraran en las fábricas, que fueran "rojos" y reivindicativos.
Con el cambio de Papas hemos ido viendo el cambio de las esperanzas para los más necesitados.
¿Cuando se dará cuenta la jerarquía católica que la iglesia debe estar pegada a los pobres?