Como en todo proceso en el que el mercado es el que manda, los pisos viejos, en malas zonas, con deficiencias, sin todas las comodidades que hoy se requieren, sin garaje, interiores, pequeños, sin ascensor, en comunidades complicadas, lo van a tener muy mal para venderse.
Da igual el precio o la negociación. Cuando hay exceso de oferta y muy poca demanda, quien compara puede elegir y el precio es inevitalbe que baje y mucho.
Negociar a la baja sobre un 30% es algo lógico que incluso en algunos casos puede ser superado.
Si piden 180.000, el comprador ofrecerá 130.000 y esperará la respuesta. Pero los cazadores ofrecerán 110.000 y dejarán una tarjeta en espera de quien lo vende realmente lo necesite.
Todos hemos creído en el mercado, en las leyes económicas sin control, y ahora vienen los tiempos flojos que además aumentan mes a mes, porque el miedo no se ha sabido atajar.
Malos tiempos para vender, buenos tiempos para comprar.
Da igual el precio o la negociación. Cuando hay exceso de oferta y muy poca demanda, quien compara puede elegir y el precio es inevitalbe que baje y mucho.
Negociar a la baja sobre un 30% es algo lógico que incluso en algunos casos puede ser superado.
Si piden 180.000, el comprador ofrecerá 130.000 y esperará la respuesta. Pero los cazadores ofrecerán 110.000 y dejarán una tarjeta en espera de quien lo vende realmente lo necesite.
Todos hemos creído en el mercado, en las leyes económicas sin control, y ahora vienen los tiempos flojos que además aumentan mes a mes, porque el miedo no se ha sabido atajar.
Malos tiempos para vender, buenos tiempos para comprar.