10.12.08

Ivan de Gran Hermano 10, como ejemplo de resistencia

Gran Hermano, guste o no guste, es un programa que sirve para ver cómo los comportamientos de las personas se convierten en diferentes caminos, como si de una partida de ajedrez se tratara.
Ivan está siendo el concursante odiado de esta edición de GH 10, y que sirve para que la audiencia que vota tanto con llamadas como a través de interner, goce de inmunidad.
No se trata de saber si Ivan es bueno o no, si tiene razones para su comportamiento; se trata de que al ser el odiado, es apoyado como el débil por los que están observando.
Curiosamente en la vida en general sucede esto mismo, si participamos de los grupos sociales, odiamos a alguien, tenemos sin proponérnoslo, la necesidad como animales que somos, de odiar a alguien. El ejemplo más corriente se de en los colegios. Pero a la vez, el débil es apoyado pasivamente por el resto que no interviene, pero que tampoco lo defiende más que si acaso, cuando se le solicita su intervención.
Esta año a Ivan, son sus enemigos los que le están haciendo buen concursante.
Y sin duda, el guionizado de los capítulos de un programa que nos sirven como natural y real, cuando está estructurado sobre un guión realizado para que tenga audiencia.