Ayer despidieron a un joven amigo de su trabajo. Era, fue, su primer trabajo después de unos años de estudios.
Me consta que se implico en la empresa, que creyó durante todo este tiempo que era su trabajo y su empresa, que debía hacer todo lo mejor posible porque suponía eso sentirse bien y logar que se sintieran bien los que le rodeaban.
Le apetecía ir a trabajar, aprendía todos los días de su trabajo, hablaba de su oficio con amigos y familiares, estaba seguro que sus estudios habían servido y que la motivación laboral que tenía era importante en su futuro.
Pero después de 2 renovaciones de contrato temporal, tenían que convertirlo en fijo o despedirlo, y optaron en tiempos de crisis por lo sencillo.
Este joven de 20 años ya no volverá a pensar lo mismo de la motivación laboral, ya no verá con los mismos ojos sus futuros trabajos, ya no conseguirá la sociedad de él, una excelencia en la calidad, una implicación importante.
La movilidad laboral tiene sus ventajas si se asume como libertad, pero sus enormes vergüenzas si se asume como castigo.
Me consta que se implico en la empresa, que creyó durante todo este tiempo que era su trabajo y su empresa, que debía hacer todo lo mejor posible porque suponía eso sentirse bien y logar que se sintieran bien los que le rodeaban.
Le apetecía ir a trabajar, aprendía todos los días de su trabajo, hablaba de su oficio con amigos y familiares, estaba seguro que sus estudios habían servido y que la motivación laboral que tenía era importante en su futuro.
Pero después de 2 renovaciones de contrato temporal, tenían que convertirlo en fijo o despedirlo, y optaron en tiempos de crisis por lo sencillo.
Este joven de 20 años ya no volverá a pensar lo mismo de la motivación laboral, ya no verá con los mismos ojos sus futuros trabajos, ya no conseguirá la sociedad de él, una excelencia en la calidad, una implicación importante.
La movilidad laboral tiene sus ventajas si se asume como libertad, pero sus enormes vergüenzas si se asume como castigo.