En mis años caminando junto a la política he encontrado muy pocos empresarios emplicaods en labores políticas importantes. Este déficit lo pagamos la sociedad, y tiene muy mala solución.
La actividad política está muy mal vista en la sociedad, la asemejamos con labores depredadoras y así los empresarios válidos huyen de un trabajo que les representa menos valores y alegrías que su trabajo habitual.
Sin empresarios en labores políticas es imposible detectar cuando otros empresarios "jetas" intentan colar goles solicitando además aplausos.
El caso del titular es sinónimo de no entender el político correspondiente nada de nada. No se puede pensar siquiera que una labor es correcta cuando el fin de la misma es la reducción del tamaño de la empresa más si es a costa de trabajadores.
El político está para velar por el bien común, más cuando tiene a su cargo empresa públicas o ayudas públicas que sirve para dar vida a empresas privadas. Y para velar por el bien público, debe conocer cuales son los mecanismos de trampas y asimilados que se pueden hacer en el ejercicio normal de la actividad empresarial.
No es necesario que algo sea ilegal para que no sea ético.
La actividad política está muy mal vista en la sociedad, la asemejamos con labores depredadoras y así los empresarios válidos huyen de un trabajo que les representa menos valores y alegrías que su trabajo habitual.
Sin empresarios en labores políticas es imposible detectar cuando otros empresarios "jetas" intentan colar goles solicitando además aplausos.
El caso del titular es sinónimo de no entender el político correspondiente nada de nada. No se puede pensar siquiera que una labor es correcta cuando el fin de la misma es la reducción del tamaño de la empresa más si es a costa de trabajadores.
El político está para velar por el bien común, más cuando tiene a su cargo empresa públicas o ayudas públicas que sirve para dar vida a empresas privadas. Y para velar por el bien público, debe conocer cuales son los mecanismos de trampas y asimilados que se pueden hacer en el ejercicio normal de la actividad empresarial.
No es necesario que algo sea ilegal para que no sea ético.