Durante estos últimos años hemos asistido con silencio al crecimiento desmesurado de las ciudades y a la construcción sin medida de nuevas urbanizaciones en pueblos de costa o montaña con el único fin de conseguir decían, una mayor calidad de vida.
Hoy aquellos desmanes están parados por una mala planificación y nos toca a todos pagar los costes a los que muchas veces los propios Ayuntamientos han ayudado a crear.
Las ciudades deben tener el mínimo tamaño posible, las urbes occidentales no pueden crecer en horizontal porque los costes públicos para ello son brutales y la tendencia liberal es a que cada vez se paguen menos impuestos.
Es imposible encajar una ciudad extendida dentro de un sistema de ahorro energético o en donde el tiempo libre es un bien escaso.
Y viene todo esto a sazón de una conversación tenida ayer con unos amigos, en donde la familia ha entrado a formar parte de dos “Comunidades de Bienes” en ArcoSur de Zaragoza.
Para que ustedes lo sepan, este nuevo emplazamiento de la ciudad es en la actualidad un inmenso monte bajo, cercano al aeropuerto, alejado de la ciudad consolidada, sin ningún servicio de ningún tipo, lease agua o electricidad como los más básicos, pero en los que se proponen construir 15.000 viviendas en no se sabe cuantos años, pero a los que de momento ya han dotado de varios millones de las antiguas pesetas, familias con deseos y ganas de tener independencia.
Los Ayuntamientos deben frenar esta especulación y engaño, porque es imposible crecer a una velocidad igual a la que desean los negociantes que engañan. Hay familias zaragozanas que creen que en 3 años estarán viviendo allí.
¿Quien se atreve a explicarles lo que será ArcoSur dentro de 3 años?
Hoy aquellos desmanes están parados por una mala planificación y nos toca a todos pagar los costes a los que muchas veces los propios Ayuntamientos han ayudado a crear.
Las ciudades deben tener el mínimo tamaño posible, las urbes occidentales no pueden crecer en horizontal porque los costes públicos para ello son brutales y la tendencia liberal es a que cada vez se paguen menos impuestos.
Es imposible encajar una ciudad extendida dentro de un sistema de ahorro energético o en donde el tiempo libre es un bien escaso.
Y viene todo esto a sazón de una conversación tenida ayer con unos amigos, en donde la familia ha entrado a formar parte de dos “Comunidades de Bienes” en ArcoSur de Zaragoza.
Para que ustedes lo sepan, este nuevo emplazamiento de la ciudad es en la actualidad un inmenso monte bajo, cercano al aeropuerto, alejado de la ciudad consolidada, sin ningún servicio de ningún tipo, lease agua o electricidad como los más básicos, pero en los que se proponen construir 15.000 viviendas en no se sabe cuantos años, pero a los que de momento ya han dotado de varios millones de las antiguas pesetas, familias con deseos y ganas de tener independencia.
Los Ayuntamientos deben frenar esta especulación y engaño, porque es imposible crecer a una velocidad igual a la que desean los negociantes que engañan. Hay familias zaragozanas que creen que en 3 años estarán viviendo allí.
¿Quien se atreve a explicarles lo que será ArcoSur dentro de 3 años?