Llamamos "marcos" a ideas prefijadas, a conceptos encerrados que están en la mente de la sociedad y que la mueven, la incitan o incluso la excitan.
Hoy el Portavoz del Partido Popular en el Congreso dice "Hay que limitar el sueldo de los banqueros" y en otro punto de una entrevista en Público añade "los trabajadores no deben ser los que paguen los abusos".
Da igual que sea la derecha quien defienda solo de voz a los trabajadores o quien ataque a la banca. Es igual. Lo que les importa a ellos es que esas frases llegan a la sociedad, a su marco de miedo, diciendo que ellos saben que los trabajadores son débiles y el sistema les asfixia.
Al ciudadano no le importa quien le dice que le va a ayudar, no le importa si se lo dice en serio o no, pues también tiene el "marco" de que "todos mienten". Simplemente le agrada escuchar que en el PP también entienden su problema. Curiosamente la derecha ocupa el papel de la izquierda, mientras que la izquierda (la del PSOE, más o menos) se preocupa en explicar a la sociedad una verdad que no es agradable, una verdad que molesta escuchar. Las cosas van mal; es culpa de todos; haremos lo posible para que no le afecte a usted.
La derecha ha aprendido a hablar como si fuera la izquierda y la izquierda ha caído en el error de, para compensar, intentar hablar como la derecha.
Lo que hay que hacer es no salirse de ese "marco lógico" pero remarcando (y perdón) que la culpa es precisamente de los mismos que ahora se disfrazan de corderos. Hay que explicar los porqués y los cómos, los quienen son cada uno y cómo afectan sus decisiones a todos nosotros.
La izquierda no debe salirse del marco de defender sus ideas, por mucho que estén ahora artificialmente ocupadas por la derecha.
Al "…hay que limitar el sueldo de los banqueros" se debe responder (decir desde la izquierda, más alto y más didáctico) que SI, y también limitar el de los grandes repartos de beneficios de empresas usureras.
Y al "…los trabajadores no deben ser los que paguen los abusos" aclarar con contundencia que los mayores beneficiarios de esta crisis deben ser los trabajadores que han confiado en su empresa y que ahora soportan las mayores cargas fiscales y deudoras, a través de un cambio de la normativa financiera.
Hoy el Portavoz del Partido Popular en el Congreso dice "Hay que limitar el sueldo de los banqueros" y en otro punto de una entrevista en Público añade "los trabajadores no deben ser los que paguen los abusos".
Da igual que sea la derecha quien defienda solo de voz a los trabajadores o quien ataque a la banca. Es igual. Lo que les importa a ellos es que esas frases llegan a la sociedad, a su marco de miedo, diciendo que ellos saben que los trabajadores son débiles y el sistema les asfixia.
Al ciudadano no le importa quien le dice que le va a ayudar, no le importa si se lo dice en serio o no, pues también tiene el "marco" de que "todos mienten". Simplemente le agrada escuchar que en el PP también entienden su problema. Curiosamente la derecha ocupa el papel de la izquierda, mientras que la izquierda (la del PSOE, más o menos) se preocupa en explicar a la sociedad una verdad que no es agradable, una verdad que molesta escuchar. Las cosas van mal; es culpa de todos; haremos lo posible para que no le afecte a usted.
La derecha ha aprendido a hablar como si fuera la izquierda y la izquierda ha caído en el error de, para compensar, intentar hablar como la derecha.
Lo que hay que hacer es no salirse de ese "marco lógico" pero remarcando (y perdón) que la culpa es precisamente de los mismos que ahora se disfrazan de corderos. Hay que explicar los porqués y los cómos, los quienen son cada uno y cómo afectan sus decisiones a todos nosotros.
La izquierda no debe salirse del marco de defender sus ideas, por mucho que estén ahora artificialmente ocupadas por la derecha.
Al "…hay que limitar el sueldo de los banqueros" se debe responder (decir desde la izquierda, más alto y más didáctico) que SI, y también limitar el de los grandes repartos de beneficios de empresas usureras.
Y al "…los trabajadores no deben ser los que paguen los abusos" aclarar con contundencia que los mayores beneficiarios de esta crisis deben ser los trabajadores que han confiado en su empresa y que ahora soportan las mayores cargas fiscales y deudoras, a través de un cambio de la normativa financiera.
