La confianza cuando se pierde cuesta mucho recuperarla, y eso debían saberlo los que se dedican a la política.
Garantizar los depósitos de todas las personas cuesta un dinero, pero perder la confianza cuesta mucho más.
¿Se imaginan si un día salieran por la mañana y vieran una fila de personas en una entidad de ahorros, antes de abrir y sin saber porqué están en la fila? Nadie incluso sabría porqué están en la fila, pero esta crecería por minutos. El miedo el crack es tremendo porque lo hemos visto en otros países.
Me consta que hay personas que ya han contactado con sus entidades de ahorro con temores y deseos de sacar sus ahorros.
¿Sabe alguien a donde los van a llevar?, si, a los bancos que se los garanticen, bien por acuerdos especiales, bien porque son extranjeros.
La política económica de un Estado no puede estar pendiente de una decisión tan tonta como garantizar los ahorros si hay seguridad de que nunca va a quebrar el sistema financiero. Y si no se garantiza es porque es tan alto el precio en caso de quebrar, que hay posibilidades de que esto pueda suceder.
Para los políticos, saber detener el miedo es primordial, generar confianza es el fundamento de su labor, por eso no se entiende que Europa no sea capaz de ofrecer una postura única.
¿O acaso alguien cree que la crisis de EEUU ha tocado fondo y que no va a afectar a Europa en un corto medio plazo?
Y si, es cierto, los que escribimos sobre el miedo también tenemos culpa del miedo. Pero en junio este blog ya avisaba de miedos que se percibían y que había que resolver.
Garantizar los depósitos de todas las personas cuesta un dinero, pero perder la confianza cuesta mucho más.
¿Se imaginan si un día salieran por la mañana y vieran una fila de personas en una entidad de ahorros, antes de abrir y sin saber porqué están en la fila? Nadie incluso sabría porqué están en la fila, pero esta crecería por minutos. El miedo el crack es tremendo porque lo hemos visto en otros países.
Me consta que hay personas que ya han contactado con sus entidades de ahorro con temores y deseos de sacar sus ahorros.
¿Sabe alguien a donde los van a llevar?, si, a los bancos que se los garanticen, bien por acuerdos especiales, bien porque son extranjeros.
La política económica de un Estado no puede estar pendiente de una decisión tan tonta como garantizar los ahorros si hay seguridad de que nunca va a quebrar el sistema financiero. Y si no se garantiza es porque es tan alto el precio en caso de quebrar, que hay posibilidades de que esto pueda suceder.
Para los políticos, saber detener el miedo es primordial, generar confianza es el fundamento de su labor, por eso no se entiende que Europa no sea capaz de ofrecer una postura única.
¿O acaso alguien cree que la crisis de EEUU ha tocado fondo y que no va a afectar a Europa en un corto medio plazo?
Y si, es cierto, los que escribimos sobre el miedo también tenemos culpa del miedo. Pero en junio este blog ya avisaba de miedos que se percibían y que había que resolver.