
Es verdad que de cerrar los mercados, algún día habrá que abrirlos, y ese día puede haber un tremendo batacazo.
Pero entre el cierre y la nueva apertura, deben adoptarse medidas que surjan efecto, decisiones como por ejemplo que sean los Bancos Centrales los que den créditos directos, bajada importante de los tipos de interés hipotecario, modificaciones fiscales a nivel global, intervención de los mercados energéticos, inversiones brutales para lograr erradicar el hambre y la pobreza tristemente por el egoísmo de relanzar así la economía.
El peligro político de que las bolsas estén al 50% del valor de hace un año es que los países que SI tienen dinero pueden comprar a precios de ganga las empresas occidentales.
Quien piense que a él no le afecta la crisis, que no se preocupe, es una tontería ponerse triste cuando no se puede hacer nada que no sea observar.
Pero entre el cierre y la nueva apertura, deben adoptarse medidas que surjan efecto, decisiones como por ejemplo que sean los Bancos Centrales los que den créditos directos, bajada importante de los tipos de interés hipotecario, modificaciones fiscales a nivel global, intervención de los mercados energéticos, inversiones brutales para lograr erradicar el hambre y la pobreza tristemente por el egoísmo de relanzar así la economía.
El peligro político de que las bolsas estén al 50% del valor de hace un año es que los países que SI tienen dinero pueden comprar a precios de ganga las empresas occidentales.
Quien piense que a él no le afecta la crisis, que no se preocupe, es una tontería ponerse triste cuando no se puede hacer nada que no sea observar.