Hoy ha salido el sol, como todos los días. Presumo, aunque no lo podría asegurar, que también se pondrá, como todos los días.
Pero hoy es un día especial para todos aquellos que quieran sumarse una carga cuasi-imaginaria.
En breve, podremos ver como los informativos nos intentan vender el llamado “síndrome post-vacacional” tan deprisa como los quiosqueros nos venden los “relojes de colección”. Puesto que aunque haya gente que incluso aun tenga que coger vacaciones o que le acaben de dar la jubilación, septiembre suena a examen de universidad y a responsabilidad de oficina.
Si, se nos puede edulcorar con anuncios del corte ingles y rebajándonos los uniformes, o pensando que al menos tenemos un trabajo al que volver. Y es que la economía también puede sentirse triste tras un verano lleno de contratos tan temporales como los chiringuitos, que este año se las han visto putas para intentar engañar a los turistas con cervezas a 4 euros.
Septiembre huele a septiembre, el enero del año psicológico y el diciembre del sabático.
Una confrontación de connotaciones utilizadas por todas las campañas de marketing del momento.
Pero lo cierto es que el valor que le queramos dar a una fecha solo es aquel que nosotros nos inventamos, o nos inventan.
Hoy ha salido el sol, como todos los días. Y creo que voy a partir de aquí.