George W. (el hijo) va a dejar la Presidencia mundial con un nuevo error en su haber. Una firma final, torcida y con veneno.
Los políticos que se precian son aquellos que además de gobernar, intuyen; que en vez de provocar son capaces de saber lo que piensa la gente y más todavía sus posibles enemigos.
En la batalla de la estrategia mundial, era un gran error apoyar a Georgia, incitándole a que entrara en la OTAN.
Hasta los muy tontos podrían imaginar que a poco que a los rusos les hiciera efecto la fluoxetina, se levantarían de la cama y empezarían a dar zapatazos en la mesa.
Así ha sido y lo están pagando en sus tierras los georgianos, que no son capaces todavía de saber porqué ahora esa misma OTAN, que tanto decía era la salvación del mundo occidental, no le apoya con más energía que unas palabras de libro.
Podría ser que otra vez la vieja Europa tuviera que pagar los resfriados de todos los tontos unidos, que se dedican a la política como el que juega al ajedrez pero con fichas del parchís.
Mientras tanto Osetia del Sur y Abjazia están contentos pero ya les aviso que vayan comprando garbanzos, pues el invierno puede ser frío.
Los políticos que se precian son aquellos que además de gobernar, intuyen; que en vez de provocar son capaces de saber lo que piensa la gente y más todavía sus posibles enemigos.
En la batalla de la estrategia mundial, era un gran error apoyar a Georgia, incitándole a que entrara en la OTAN.
Hasta los muy tontos podrían imaginar que a poco que a los rusos les hiciera efecto la fluoxetina, se levantarían de la cama y empezarían a dar zapatazos en la mesa.
Así ha sido y lo están pagando en sus tierras los georgianos, que no son capaces todavía de saber porqué ahora esa misma OTAN, que tanto decía era la salvación del mundo occidental, no le apoya con más energía que unas palabras de libro.
Podría ser que otra vez la vieja Europa tuviera que pagar los resfriados de todos los tontos unidos, que se dedican a la política como el que juega al ajedrez pero con fichas del parchís.
Mientras tanto Osetia del Sur y Abjazia están contentos pero ya les aviso que vayan comprando garbanzos, pues el invierno puede ser frío.