No entiendo porque esos arbustos tan verdes han querido salir por encima del tejado de enfrente a mi ventana, son altos, no deben estar allí, son verdes brillantes, no entiendo bien de qué tierra se alimentan.
Les mira tras los portones de madera de la ventana y observo que se mueven mecidos por el suave viento, están vivos y crecen entre las tejas viejas de la casa abandonada, y se ríen yo creo de la inverosímil que resulta crecer sobre piedras, alcanzar el cielo desde la poca tierra que se ha depositado entre las viejas tejas del corral viejo.
No tienen sentido pero en cambio tienen vida y libertad para seguir vivos. Simplemente les miro y me asombro de su fortaleza.
Les mira tras los portones de madera de la ventana y observo que se mueven mecidos por el suave viento, están vivos y crecen entre las tejas viejas de la casa abandonada, y se ríen yo creo de la inverosímil que resulta crecer sobre piedras, alcanzar el cielo desde la poca tierra que se ha depositado entre las viejas tejas del corral viejo.
No tienen sentido pero en cambio tienen vida y libertad para seguir vivos. Simplemente les miro y me asombro de su fortaleza.