Zaragoza ha explotado de la mano de un sueño, Zaragoza se ha hecho grande sin dejar de ser humana y se ha abierto al mundo desde el rincón escondido y lleno de hierbas hasta hace poco en donde el Ebro se quiere esconder para tomar impulso antes de atravesar SU ciudad.
Zaragoza EXPOne a todo el mundo su color, su cierzo, su amabilidad, su espíritu, sus gentes, sus carencias, sus deseos, su ARTE, su ganas de ser reconocida.
Zaragoza espera recoger aplausos, algo que no sabe hacer porque su carácter no es nada asertivo, desde el silencio, agazapada pensando que tal vez todo esto sólo sea un sueño de unas pocas semanas, cuando todos sabemos que la EXPO ha venido aquí, para quedarse.
La EXPO de Zaragoza no es efímera, es permanente porque los aragoneses somos gentes acostumbrados a conservar, a guardar, a recoger los pocos frutos que nos da el campo y la historia por mucho que esta sea mucha y muy antigua.
Esta EXPO nos pertenece aunque no lo digamos, porque nosotros somos así, callados y algo tímidos, pero nos la hemos ganado con las décadas de callado viaje, acompañando a todos los demás mientras nosotros sólo mirábamos.
Esta vez nos toca.
Zaragoza ha explotado, pero en silencio, como nosotros hacemos casi todo.
Zaragoza EXPOne a todo el mundo su color, su cierzo, su amabilidad, su espíritu, sus gentes, sus carencias, sus deseos, su ARTE, su ganas de ser reconocida.
Zaragoza espera recoger aplausos, algo que no sabe hacer porque su carácter no es nada asertivo, desde el silencio, agazapada pensando que tal vez todo esto sólo sea un sueño de unas pocas semanas, cuando todos sabemos que la EXPO ha venido aquí, para quedarse.
La EXPO de Zaragoza no es efímera, es permanente porque los aragoneses somos gentes acostumbrados a conservar, a guardar, a recoger los pocos frutos que nos da el campo y la historia por mucho que esta sea mucha y muy antigua.
Esta EXPO nos pertenece aunque no lo digamos, porque nosotros somos así, callados y algo tímidos, pero nos la hemos ganado con las décadas de callado viaje, acompañando a todos los demás mientras nosotros sólo mirábamos.
Esta vez nos toca.
Zaragoza ha explotado, pero en silencio, como nosotros hacemos casi todo.