22.6.08

A veces hay que descansar y pensar sobre el futuro

El tiempo de descanso es tan importante como el de labor. Cuando a una organización y no olvidemos que una persona es un grupo de mecanismos muy engranados, la forzamos hasta que crujan los dientes, hay peligro de romper los hilos finos que mantienen el orden mental y la lógica.
Es cierto que no todos los hilos son del mismo grosor, que todos no son igual de fuertes, pero también es cierto que el grosor es una cualidad más, que hay muchas otras que hacen posible que aun siendo muy frágil, se sea muy resistente para según qué labores.
En la vida, el tiempo de descanso es necesario para recambiar las ideas, para tomar aliento y seguir en el camino, para pensar y analizar, para decidir. Sin estos tiempos muertos, las personas se convierten en pequeños muertos vivientes que simplemente avanzan sin rumbo, marcados por los sonidos de instrumentos lejanos que a veces no son los que corresponden a esos caminos sobre los que se avanza.
Todos necesitamos parar la pelota y soñar, quitarnos los zapatos porque nos pesan y notar los dedos de los pies que aunque no los sintamos vivos, existen y son imprescindibles para poder andar.
De vez en cuando hay que perder la mirada y reencontrarte con el joven que dejaste en un recodo o con la vida abandonada. Es la mejor medicina para seguir vivo y andando con fuerzas por la vida que queda.