El anhelado centro está esperando a quien desee gobernar en estas Españas, y por ello los dos grandes de la competición, se afanan en intentar ocuparlo pero sin parecerlo.
Por una parte un PP que hace guiños aunque a veces se le ven las orejas y estropea con frases lo que tanto les cuesta de vender.
Y por la otra un PSOE que ha decidido dividir su acción política en dos. Un discurso de izquierdas para sus votantes fijos y unas acciones de gobierno de derechas para las clases medias que hacen de balanza en las urnas.
Se radicaliza cada vez que el PP estropea su discurso, porque es cierto, le cuesta mucho sujetar su vocabulario; pero se amansa hasta el empalago cuando deben hablar los socialistas con el traje del domingo, en foros de "listos" y agradecidos, para no asustarles.
Ya no son socialistas, puede que incluso porque estén convencidos de que el socialismo ha muerto. No son tampoco obreros porque se han creido todo el liberalismo de sus años universitarios, y lo callan pero lo sueñan.
Estos que hoy mandan, son universitarios conformados, de una Universidad tranquila en donde sólo iban a aprobar los exámenes. Nos son ya universitarios que se cuestionan el mundo, que desean cambiar el sistema, que desean inventar uno, para su propia generación. Son los universitarios del hogar cómodo, de la Play, del ordenador en el dormitorio, de tener música para estudiar en su propio cuarto.
Si se es universitario con comodidades y dinero en el bolsillo, no se puede ser revolucionario, no se desea cambiar la sociedad, porque la que les ha tocado mamar, les gusta, es suficiente.
Sí, el sistema ha aprendido a entregar simplemente lo suficiente a cada grupo social, para que se conformen y se callen.
Todos casi contentos.
Los pobres no se mueren de hambre, los universitarios tienen para cañas de cerveza, los parados tienen seguridad social y los inmigrantes les pagamos el viaje para que se vayan.
Todo simplemente lo justo, exquisitamente lo mínimo, para que no se rebelen.
Han aprendido a tensar la cuerda.
¿Cómo podríamos llamar a este sistema del casi?
Por una parte un PP que hace guiños aunque a veces se le ven las orejas y estropea con frases lo que tanto les cuesta de vender.
Y por la otra un PSOE que ha decidido dividir su acción política en dos. Un discurso de izquierdas para sus votantes fijos y unas acciones de gobierno de derechas para las clases medias que hacen de balanza en las urnas.
Se radicaliza cada vez que el PP estropea su discurso, porque es cierto, le cuesta mucho sujetar su vocabulario; pero se amansa hasta el empalago cuando deben hablar los socialistas con el traje del domingo, en foros de "listos" y agradecidos, para no asustarles.
Ya no son socialistas, puede que incluso porque estén convencidos de que el socialismo ha muerto. No son tampoco obreros porque se han creido todo el liberalismo de sus años universitarios, y lo callan pero lo sueñan.
Estos que hoy mandan, son universitarios conformados, de una Universidad tranquila en donde sólo iban a aprobar los exámenes. Nos son ya universitarios que se cuestionan el mundo, que desean cambiar el sistema, que desean inventar uno, para su propia generación. Son los universitarios del hogar cómodo, de la Play, del ordenador en el dormitorio, de tener música para estudiar en su propio cuarto.
Si se es universitario con comodidades y dinero en el bolsillo, no se puede ser revolucionario, no se desea cambiar la sociedad, porque la que les ha tocado mamar, les gusta, es suficiente.
Sí, el sistema ha aprendido a entregar simplemente lo suficiente a cada grupo social, para que se conformen y se callen.
Todos casi contentos.
Los pobres no se mueren de hambre, los universitarios tienen para cañas de cerveza, los parados tienen seguridad social y los inmigrantes les pagamos el viaje para que se vayan.
Todo simplemente lo justo, exquisitamente lo mínimo, para que no se rebelen.
Han aprendido a tensar la cuerda.
¿Cómo podríamos llamar a este sistema del casi?