20.4.08

¿Porqué España es menos productiva que la media de Europa?

En España se trabaja sin motivación, sin interés, sin considerar el puesto de trabajo como una pertenencia más, como un activo personal que tiene un importante precio y que hay que cuidar.

No existe una formación profesional suficiente, tanto en los inicios del periodo laboral como en la edades cercanas a los 45 años. Se produce un ciclo que sube durante unos 10/15 años para ir bajando por la nula dedicación por parte de todos los actores, a crecer profesionalmente.

Los incrementos anuales de sueldo son siempre porcentuales y nunca lineales, lo que crea una desigualdad entre los sueldos que va creciendo lo que produce desmotivación, envidias, resquemores. El sistema para cambiarlo es sencillísimo, pero los propios sindicatos no lo quieren. Si una empresa de 10 trabajadores tiene un gato bruto anual de 300.000 euros y el IPC sube un 4% la empresa debe destinar 12.000 euros a la subida distribuidos por igual entre las 10 personas. Punto.

El sentido de la responsabilidad en el puesto de trabajo ha decrecido, tanto en el cuidado del trabajo en si, como en la aportación en innovación, la puntualidad, la calidad del servicio, la relación entre compañeros, la actitud ante cada pequeño reto diario, etc.

Los trabajadores cada día exigen más derechos, muchas veces en una espiral absurda (con perdón) que hace que los empresarios se cierren ante peticiones que no conducen a ningún sitio. Se pierde la fuerza en planteamiento realmente minoritarios orillando lo realmente importante. Todos aceptan de buen grado este juego, porque no sirve. El planteamiento de los sindicatos debería ir más por la exigencia de mejores condiciones de trabajo (que no son derechos nuevos sino cumplimiento de los que ya se tienen) y ofrecimiento de mejora en la capacidad productiva a costa de por ejemplo mayor información de la empresa, mejores repartos de los sueldos, mejoras sociales para situación personales críticas, etc.

Los empresarios y directivos (a veces más estos últimos que los primeros) tienen una aptitud egoísta hacia el funcionamiento de la empresa, que les hace no ver los objetivos a medio largo plazo. No planifican el futuro, no saben hacia qué meta se dirigen, excepto eso si, la ganancia económica del corto plazo. Las empresas están para ganar dinero, pero nadie dijo que la visión debe ser para mañana, cuando se demuestra que lo mejor es sembrar, luego regar, sulfatar, entrecavar, volver a regar y por último recoger. No se conoce el mercado al que se pertenece, no se dedica en el momento de crecimiento a sentar las bases de innovación e investigación de nuevos servicio y mercados para periodos de crisis. No se cuida el factor humano como un componente esencial en los resultados de la empresa. Por encima de estar al día en instalaciones y maquinaria, hay que estar al día en persona y en organización humana. Sin ellas nada funciona.