

Una nueva ciudad se nos empieza a mostrar, lleno de nuevas y atrevidas arquitecturas, de figuras que parecen volar y acercarse al cielo.
Todavía no hemos visto gran cosa, es cierto, pero los detalles gustan, causan admiración.
Estoy deseando ver la cara de los que entren en la Torre del Agua y vean lo que en realidad es. Miren desde dentro hacia el cielo y se sorprendan de la nada. Una inmensa escultura que nos recorta ya el horizonte.
