Mientras al fondo se ven los coches del Tercer Cinturón de Zaragoza, podemos por las mañanas disfrutar de esta estampa rural y natural en donde casi una veintena de ovejas y 3 cabras, pacen tranquilamente dentro de la ciudad.
Esta mañana había ternascos que acompañaban a sus madres en busca de la hierba y las flores amarillas que sobresalían entre el verde. El pastor las acababa de sacar del cobertizo y nos estuvo contando cosas de cabras y embarazos, de cuidados y alimentación animal. Siempre es buen momento para aprender. El cabritillo hacía de oveja negra, pero no le gustaba mezclarse con sus vecinos de paridera, prefería jugar con su madre, tropezando con sus patas.
El pastor sabe que es un lujo vivir y trabajar en este lugar.
Esta mañana había ternascos que acompañaban a sus madres en busca de la hierba y las flores amarillas que sobresalían entre el verde. El pastor las acababa de sacar del cobertizo y nos estuvo contando cosas de cabras y embarazos, de cuidados y alimentación animal. Siempre es buen momento para aprender. El cabritillo hacía de oveja negra, pero no le gustaba mezclarse con sus vecinos de paridera, prefería jugar con su madre, tropezando con sus patas.
El pastor sabe que es un lujo vivir y trabajar en este lugar.