Gallardón se va

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Galardón se va de la política y con él, una forma de trabajar algo distinta. En política hay al menos 2 tipos de actuación personal.

Los que cuando pierden creen que deben quemar sus naves y arrasar con lo que dejan y los que cuando pierden se van a su casa a disfrutar del silencio.
Gallardón es de los últimos.
Nadie dice que el silencio tenga que durar una eternidad, pero es bueno siempre, tenr la carta de dimisión en el bolsillo de la chaqueta. Es una arma que los olíticos no tienen porque ellos mismo se la niegan.
Y a mi me parece fundamental.
Si en un sitio no te quieren, lo mejor es irte con calma, tranquilamente, y punto.
Si de verdad eres bueno, ya te llamarán, y si no te llaman pues punto y aparte.
Un aplauso para Gallardón. Sin más valoraciones que de momento no quiero hacer.