Dentro de los errores económicos de esta legislatura, está sin duda el trato que se ha dado a la vivienda, al acceso a la vivienda para toda una generación de jóvenes que se han quedado en el camino malo del trabajo sin poder ni incluso entamprándose toda la vida, tener su propio hogar.
La mala solución que en el año final de la legislatura se tomo por el Gobierno, es apoyar la idea de que los pisos eran caros, y que la burbuja inmobiliaria se iba a pinchar.
Este error, de libro, ha supuesto lo lógico, que las empresas constructoras y dueñas de los suelos libres, hayan decidido no construir pisos, porque les resulta mucho más costoso vender los ya construidos, en dentro de la famosa ley de oferta y demanda, ellos son la oferta y han decidido (de libro) no sacar al mercado nuevos productos y esperar.
Los consumidores por otra parte han optado por lo lógico. No hacer demanda de algo que se avisa que puede bajar de precio y esperar.
En este juego en que las partes toman posiciones, efectivamente el globo se pincha.
¿Quién sale beneficiado?, casi nadie.
¿Perjudicado?, la economía en general que se sustentaba en gran medida sobre una industria constructora, que tocaba techo.
Las medidas lógicas eran sacar al mercado muchos más pisos construidos, pero como VPO, realizados por empresas públicas o privadas concertadas y sobre suelo público en propiedad o adquirido.
La oferta hubiera crecido sin que se pudiera frenar por parte privada, y al sacar pisos a precio tasado si que hubieran tenido que bajar los ya construidos y los de segunda mano.
Porque el mercado de segunda mano se asienta casi en su totalidad en el mercado nuevo. Son pisos que salen a la venta cuando su propietario se cambia a uno nuevo mejor, más grande o diferente. Si esto no es posible por el endurecimiento de los créditos, por el frenazo en espera de una bajada de precios o porque están viendo una crisis económica que se viene encima, estos pisos no salen al mercado. Volvemos a no tener oferta. Y sin sobre oferta no bajarán los pisos.
¿Porqué se endurecen las condiciones bursátiles al crédito en vivienda? Pues porque los bancos venden dinero pero no pisos, porque ellos al igual que no les tiembla el pulso a la hora de embargar no lo desean hacer en abundancia porque se encuentran que sus activos con poco líquidos, no quieren inmovilizado, no quieren pisos, quieren cobrar lo que prestan con sus intereses, y como ante la subida del crédito ven que va a resultar complejo que todos se salven de la quema, frenan en la entrega de todo lo que se les pide, valorando a la baja el precio del piso y a la alta el riesgo de la persona, por lo que les solicitan lo imposible. Nunca antes había estado tan bien dicha la frase, de que hay que demostrar que no necesitas la hipoteca para que te la concedan.
La mala solución que en el año final de la legislatura se tomo por el Gobierno, es apoyar la idea de que los pisos eran caros, y que la burbuja inmobiliaria se iba a pinchar.
Este error, de libro, ha supuesto lo lógico, que las empresas constructoras y dueñas de los suelos libres, hayan decidido no construir pisos, porque les resulta mucho más costoso vender los ya construidos, en dentro de la famosa ley de oferta y demanda, ellos son la oferta y han decidido (de libro) no sacar al mercado nuevos productos y esperar.
Los consumidores por otra parte han optado por lo lógico. No hacer demanda de algo que se avisa que puede bajar de precio y esperar.
En este juego en que las partes toman posiciones, efectivamente el globo se pincha.
¿Quién sale beneficiado?, casi nadie.
¿Perjudicado?, la economía en general que se sustentaba en gran medida sobre una industria constructora, que tocaba techo.
Las medidas lógicas eran sacar al mercado muchos más pisos construidos, pero como VPO, realizados por empresas públicas o privadas concertadas y sobre suelo público en propiedad o adquirido.
La oferta hubiera crecido sin que se pudiera frenar por parte privada, y al sacar pisos a precio tasado si que hubieran tenido que bajar los ya construidos y los de segunda mano.
Porque el mercado de segunda mano se asienta casi en su totalidad en el mercado nuevo. Son pisos que salen a la venta cuando su propietario se cambia a uno nuevo mejor, más grande o diferente. Si esto no es posible por el endurecimiento de los créditos, por el frenazo en espera de una bajada de precios o porque están viendo una crisis económica que se viene encima, estos pisos no salen al mercado. Volvemos a no tener oferta. Y sin sobre oferta no bajarán los pisos.
¿Porqué se endurecen las condiciones bursátiles al crédito en vivienda? Pues porque los bancos venden dinero pero no pisos, porque ellos al igual que no les tiembla el pulso a la hora de embargar no lo desean hacer en abundancia porque se encuentran que sus activos con poco líquidos, no quieren inmovilizado, no quieren pisos, quieren cobrar lo que prestan con sus intereses, y como ante la subida del crédito ven que va a resultar complejo que todos se salven de la quema, frenan en la entrega de todo lo que se les pide, valorando a la baja el precio del piso y a la alta el riesgo de la persona, por lo que les solicitan lo imposible. Nunca antes había estado tan bien dicha la frase, de que hay que demostrar que no necesitas la hipoteca para que te la concedan.