30.12.07

Se cerró la legislatura 2004-2008

Imagen de un pantallazo de Internet. No se puede copiar aunque esté retocada
Estamos en días de cierre de ejercicio, de análisis, de plantear futuros y cerrar puertas de habitaciones viejas.
Zapatero ya lo ha hecho, con una escasa autocrítica, algo normal en los políticos que gobiernan, muy distinto a lo que está haciendo estos días CHA en Aragón, desde dentro pero con una carga de sinceridad y de incluso lapidación que darían si se conociera, respeto a todos los que desde fuera la critican. Y añado, ojo que no siempre una feroz autocrítica trae consigo unos cambios notables. Una cosa es la autocrítica y otra distina la meta a la que esta lleva.

Zapatero ha gozado de 4 años excelentes en el plano económico, mal repartidos, poco aprovechados para sentar una política de izquierdas, y ha tenido la enorme suerte de disponer de una oposición mala de solemnidad, algo que para un político nuevo como él, ha sido un bálsamo aunque parezca lo contrario.

Nunca una oposición parlamentaria ha sido tan nula como la actual. Sus cuatro años de insultos y marcaje en la distancia corta, ha impedido ofrecer no solo alternativas sino una visión distintas de la política que se hacía, consiguiendo además que por obligación el resto de fuerzas parlamentarias apoyaran al Gobierno, incluso tapándose la nariz en ocasiones.
Cuando la oposición se centra en el insulto, por lógica humana la reacción es o de insulto o de templanza. Se ha ido a la mejor, y buscando además el apoyo del resto por contagio, lo que ha convertido estos cuatro años en un erial.

No se si tenemos que cambiar de Presidente, pero si que tenemos que cambiar al líder de la oposición, para que exista alternativa. Y lo digo desde posiciones neutras, ajenas a los dos.

Esta legislatura ha traído decisiones en política internacional importantes, decisiones en política social más de escaparate que de trabajo de campo, pero de aplaudir, y una política económica buena, pero desplazada hacia los resultados y no hacia el reparto.

Cuando en un país se alcanza ser el 8º del mundo es un premio que se recibe con halago, pero cuando en el mismo país los jóvenes tienen un mal trabajo y una escasa capacidad de emancipación, algo está fallando.
Cuando los bancos tienen record de beneficios y los jóvenes record de inestabilidad económica, algo está fallando.

El acceso a la emancipación de toda una generación ya lo hemos perdido, nos queda el trabajo de recuperarlos tarde y el de que no suceda lo mismo con la siguiente.
Los números de la inmigración no pueden tapar los agujeros económicos que hemos creado en nuestra radiografia social. Crece la población porque vienen de fuera, pero esto no es una contabilidad asentada y fija, se puede volver en nuestra contra y tenemos que buscar soluciones rápidas a toda una generación de ciudadanos cabreados, fuera del sistema participativo porque no les hemos dado la posibilidad de creer en él, y alejados de su integración como base de calidad en la sociedad.

Ni pueden demostrar lo que saben, ni pueden tener lo que necesitan, ni pueden ser libres y tener hijos cuando quieran, porque económicamente no están capacitados para ello.
Les hemos confundido con el precio de la vivienda, cuando en realidad lo injusto es el sueldo que cobran por el trabajo que deberían poder desarrollar. En aras de hacer una política liberal, han movido los gobiernos demasiado los hilos, y estamos en una posición complicada en el medio y largo plazo social. Todavía estamos a tiempo de hacer políticas distintas, pero el reloj funciona cada día más rápido.