20.10.07

Nuevas preguntas, nuevos problemas

La sociedad tiene nuevos retos, nuevas dudas y problemas que resolver, pero yo no veo a líderes políticos con nuevas soluciones bajo el brazo en sus palabras.
La juventud se emancipa a los 30/35 años de media, algo totalmente nuevo porque hace unos siglos a esa edad ya se era un maduro que entraba en la ancianidad o se había dejado el pellejo en mil batallas.
La juventud hoy no tiene posibilidad de tener piso propio, ni de que su trabajo sea estable, ni curiosamente en muchos casos de que siendo una generación muy preparada, pueda demostrar sus conocimientos en su puesto de trabajo, bien porque no está empleado en aquello para lo que estudió, bien porque otras personas de bastante más edad le tapan el camino.
Hoy la sociedad está encaminada alienizadamente al consumo personal de bienes para que la economía rote, todo gira alrededor del consumo privado, algo normal, excepto si no es porque lo han acelerado tanto que marea. Ya no vamos a la velocidad de antes, vamos más rápido y la rotación de dinero tiene que ser mucho más rápida. No se cree en el ahorro porque es anticuado, no interesa el ahorro parado, y mucho menos el ahorro en tu casa.
¿Quien ha dicho que está prohibido tener en caso 100 millones de euros en billetes de 500 euros en vez de tenerlos en el banco?, ¿desde cuando es obligatorio tener el dinero en el banco?.
Claro, desde que el dinero en casa no sirva para nada, son papeles, y en el banco son negocios que ellos mueven a su antojo. Los que en realidad tienen los 500 millones son ellos no tú, aunque seas tú el dueño. El beneficio que saquen de ese dinero no te lo van a dar a ti, lo seguirán empleando en jugar y ganar.
La formación básica es anticuada, la formación continua no existe, la formación profesional está estadísticamente engañada, la formación universitaria está llena de matriculados que repiten y repiten pero no acuden a las clases.
El funcionariado se divide en dos partes. Los que saben que no lo están haciendo bien o los que no lo saben porque no quieren. Los primeros se rebelan e intentan hacer algo para mejorar los servicios, siempre con las zancadillas del sistema, los segundos retozan. Me da igual a qué tipo de funcionarios me dirija.

¿Soluciones nuevas que nos ofrecen?
Ninguna.
Estamos en manos de partidos políticos viejos, con ideas de hace 2 siglos, sin osadía a la hora de arriesgar y de ganar o perder, atados a los shares de audiencia o a los pulsómetros, cuidando la imagen y el discurso correcto, y dejando que la sociedad funcione por si sola. Puro liberalismo sea quien sea el que mande en los gobiernos.
¿Quien controla al liberalismo? ¿el propio mercado? ¡ja!. Si el liberalismo lo tiene que controlar el mismo liberalismo, se convertirá en más liberalismo, más depurado y perfecto, pero no en otra cosa.
¿Es eso malo? Pues para los neoliberales no.