Hace unas semanas ya escribía yo, entre líneas, que sobre el tema de ciertas adopciones internacionales había algo más que hablar. Había asistido a una reunión de…, bueno, de familias y ONG, y salí algo raro, algo más curioso de como entre, que fue mucho.
Sé que no es la primera vez que las autoridades consulares españolas tienen que intervenir en algún caso de cooperantes, y sé que estas gentes en muchos casos son voluntarios con unas tremendas ganas de hacer el bien a los demás, jóvenes con buenas ideas y poca experiencia, con un casi nulo sentido de la responsabilidad internacional y con una ayuda legal internacional por parte de España bastante escaso. Por ser benevolente.
Este gente joven acude a ayudar en condiciones sangrantes, se encuentran la miseria y la intentan modificar por todos los medios, pero nuestros medios no siempre sirven en aquellos países, no se pueden saltar las leyes de los territorios aunque nos parezcan inmorales.
Y alrededor de todo esto, se mueven personas adultas que saben mucho más, que cobran dineros por algo que nadie llama venta, pero que si saben muy bien manejarse entre dos aguas.
Las autoridades españolas ahora, no pueden hacerse los inocentes en la medida de que no sabe nada de nada, porque en muchos casos se actúa rozando las legalidades, con permisos y papeles que al final otorgan la nacionalidad a los niños adoptados, y eso converte en oficial y legal una actuación que no siempre empieza limpia.
Es verdad que hay que ayudar a todo el que lo necesite, pero si ahora caen 20 años de cárcel y trabajaos forzosos a unas personas que buscaban ayudar a unos niños y a unas familias, por mucho que mediara dinero que se escapa de los dedos sin saber mucho más de él, habremos convertido en víctimas a tontos útiles o a buenas gentes que intentaron mejorar el mundo. Las próximas semanas nos aclararán más temas y nos silenciarán otros.
Desde aquí solicito una implicación de las autoridades españoles al máximo nivel, porque las leyes en algunos países es ejemplar y durísima.
Sólo un dato más. Sacado de la página de periódico Público de hoy, 29 de Octubre en su página 18.
Cada año 48 millones de niños en todo el mundo, un 40%, no se registran en sus países, viven en el limbo de la nada, en la injusticia de la no justicia. Dispuestos a morir sin haber nacido legalmente. La inmensa mayoría son niños de países pobres, muy pobres.
Sé que no es la primera vez que las autoridades consulares españolas tienen que intervenir en algún caso de cooperantes, y sé que estas gentes en muchos casos son voluntarios con unas tremendas ganas de hacer el bien a los demás, jóvenes con buenas ideas y poca experiencia, con un casi nulo sentido de la responsabilidad internacional y con una ayuda legal internacional por parte de España bastante escaso. Por ser benevolente.
Este gente joven acude a ayudar en condiciones sangrantes, se encuentran la miseria y la intentan modificar por todos los medios, pero nuestros medios no siempre sirven en aquellos países, no se pueden saltar las leyes de los territorios aunque nos parezcan inmorales.
Y alrededor de todo esto, se mueven personas adultas que saben mucho más, que cobran dineros por algo que nadie llama venta, pero que si saben muy bien manejarse entre dos aguas.
Las autoridades españolas ahora, no pueden hacerse los inocentes en la medida de que no sabe nada de nada, porque en muchos casos se actúa rozando las legalidades, con permisos y papeles que al final otorgan la nacionalidad a los niños adoptados, y eso converte en oficial y legal una actuación que no siempre empieza limpia.
Es verdad que hay que ayudar a todo el que lo necesite, pero si ahora caen 20 años de cárcel y trabajaos forzosos a unas personas que buscaban ayudar a unos niños y a unas familias, por mucho que mediara dinero que se escapa de los dedos sin saber mucho más de él, habremos convertido en víctimas a tontos útiles o a buenas gentes que intentaron mejorar el mundo. Las próximas semanas nos aclararán más temas y nos silenciarán otros.
Desde aquí solicito una implicación de las autoridades españoles al máximo nivel, porque las leyes en algunos países es ejemplar y durísima.
Sólo un dato más. Sacado de la página de periódico Público de hoy, 29 de Octubre en su página 18.
Cada año 48 millones de niños en todo el mundo, un 40%, no se registran en sus países, viven en el limbo de la nada, en la injusticia de la no justicia. Dispuestos a morir sin haber nacido legalmente. La inmensa mayoría son niños de países pobres, muy pobres.