Don Quijote era un tipo rebelde, pero no contra la sociedad, sino contra un tipo determinado de sociedad con la que él no comulgaba. No le gustaban los gigantes y mucho menos los fantasmas de carne y hueso que amenazaban con sus enormes brazos extendidos.
Una cosa es desobedecer, rebelarse contra todo, y otra muy distinta desear que se modifiquen las cosas que no gustan a costa de desobedecer las injusticias y rebelarse contra las autoridades no respetables.
No por ser autoridad se es respetable, se es si acaso potestado, con mando en plaza, pero de ahí a alcanzar la respetabilidad hay un gran camino. Por eso Don Quijote tenía razón, por eso le atacaban los tontos y los raros disfrazados de cualquier cosa.
Ahora asistimos a un tiempo en que no hay Don Quijotes con cojones en abundancia, si acaso buenas gentes que van en coche o en bicicleta. Pero como ir en caballo delgado y con hambre enjuta no hay nada.
Por eso y porque creo en la rebelión tranquila —porque las tranquilas son las que más duran— estoy, fíjate tú que osadía, por recomendar el hambre como terapia alternativa a tanto sometimiento hipotecario.
Para mí… que leer tanto, me está volviendo lelo.
Una cosa es desobedecer, rebelarse contra todo, y otra muy distinta desear que se modifiquen las cosas que no gustan a costa de desobedecer las injusticias y rebelarse contra las autoridades no respetables.
No por ser autoridad se es respetable, se es si acaso potestado, con mando en plaza, pero de ahí a alcanzar la respetabilidad hay un gran camino. Por eso Don Quijote tenía razón, por eso le atacaban los tontos y los raros disfrazados de cualquier cosa.
Ahora asistimos a un tiempo en que no hay Don Quijotes con cojones en abundancia, si acaso buenas gentes que van en coche o en bicicleta. Pero como ir en caballo delgado y con hambre enjuta no hay nada.
Por eso y porque creo en la rebelión tranquila —porque las tranquilas son las que más duran— estoy, fíjate tú que osadía, por recomendar el hambre como terapia alternativa a tanto sometimiento hipotecario.
Para mí… que leer tanto, me está volviendo lelo.