Yo conocí una vez a un grupo de personas que se quedaron quietas cuando vieron como se formaba un gobierno en su casa en contra de sus ideas. Pensaron que el que mandaba era más listo que ellos y que tenían que aplaudir.
Conocí a otros vecinos que NO se quedaron quietos cuando les dijeron los que más mandaban que sus ideas eran infantiles y peligrosas, y que aunque habían estado 3 meses negociando ahora era el momento de decirles que no les dejaban sentarse en las sillas. Y no aplaudieron.
Conocí a muchas personas que decían que los que mandaban lo hacían por el interés propio y se quedaban sentados en sus propias sillas sin importarles nunca lo que pudieran decir los que mandaban.
Los que aplauden porque se lo dicen los que mandan, sin analizar si está bien o mal, son tontos.
No se trata de desobedecer, sino de tener dignidad y saber estar firme y serio.
Conocí a otros vecinos que NO se quedaron quietos cuando les dijeron los que más mandaban que sus ideas eran infantiles y peligrosas, y que aunque habían estado 3 meses negociando ahora era el momento de decirles que no les dejaban sentarse en las sillas. Y no aplaudieron.
Conocí a muchas personas que decían que los que mandaban lo hacían por el interés propio y se quedaban sentados en sus propias sillas sin importarles nunca lo que pudieran decir los que mandaban.
Los que aplauden porque se lo dicen los que mandan, sin analizar si está bien o mal, son tontos.
No se trata de desobedecer, sino de tener dignidad y saber estar firme y serio.