5.7.07

Tengo a una lectora herida

Hoy a venido a vernos una lectora herida. Está más fuerte, con más brillo en la cara, con la sonrisa que ya había perdido colocada otra vez en su sitio, con las ganas de volverse otra vez a comer el mundo pero siempre a bocaditos pequeños.
Tiene nombre de estornudo, pero porque queremos los amigos, que se lo acortaron en tiempos antiguos.
Hemos hablado de Vargas Llosa y de enfermedades del comer y del descomer, de sus paseos, de sus temores y de su esbelta figura.
Pero todavía no hemos hablado de chocolate ni de lo bien que diseña o del sentido común que tiene para poner a los destalentados en su sitio cuando es necesario.
Todos sabemos que lo ha pasado mal, pero todos sabíamos (menos ella) que era fuerte para vender sus miedos y que esta nueva experiencia le serviría para salir todavía más fuerte.
Te esperamos no en el blog, que también, sino en la silla de tortura con tus diseños.