Las políticas de empresa a veces son inexplicables. Una vez que los Supermercados pudieron contra los Hipermercados, y se comieron a las tiendas de barrio y a los mercadillos parecía que ya tenían todo el campo abierto para mandar y vender.
Pero no, surgieron las tiendas de "descuento" tipo Lidl o Dia, y empezaron a comerse otro trozo del pastel.
Algunos Supermercados se fusionaron o vendieron, pero ahora viene otra ola, otra moda, la de cambiar de imagen.
Los SABECO de toda la vida en la ciudad, se están convirtiendo en Simply Market, en Supermercados Sencillos traducido al castellano.
Vamos, Supermercados más baratos ¿?, con menos productos y de marcas blancas, con menos clientes y gastos, con autoservicio en charcutería (pronto, seguro, en pescadería) y pintados de colorines como si fueran los compradores, niños de teta.
No se qué asesores les han dicho que el nombre es un acierto, pues otros asesores a la basura. Ya se que la tengo tomada con los asesores de todo tipo, pero es que es de libro.
El dueño del dinero prefiere cada vez mejores tiendas, mejores productos, o al menos mejor presentados pero no más caros, productos distintos y de otros países, intercalados con los de siempre.
Si ya sólo vamos a tener sopas de sobre todas iguales, magdalenas junto a máquinas de afeitar y chorizo envuelto en plástico al peso que quiere el que lo envasa, los clientes buscarán otra vez la tienda convencional. No queremos sólo dos tipos de chorizo, necesitamos 6 para ir cambiando.
Lidl aprendió que de vez en cuando hay que traer productos nuevos, ofertas de productos chinos, alemanes, mex¡canos o vinos del mundo. Todo con tal de que el cliente entre a ver la novedad.
En mi barrio el Supermercado Sencillo se está quedando vacío, eso si, es más fácil comprar que antes, luego es un éxito conseguido por los asesores. Igual ganan más, pero el barrio ha perdido.
Pero no, surgieron las tiendas de "descuento" tipo Lidl o Dia, y empezaron a comerse otro trozo del pastel.
Algunos Supermercados se fusionaron o vendieron, pero ahora viene otra ola, otra moda, la de cambiar de imagen.
Los SABECO de toda la vida en la ciudad, se están convirtiendo en Simply Market, en Supermercados Sencillos traducido al castellano.
Vamos, Supermercados más baratos ¿?, con menos productos y de marcas blancas, con menos clientes y gastos, con autoservicio en charcutería (pronto, seguro, en pescadería) y pintados de colorines como si fueran los compradores, niños de teta.
No se qué asesores les han dicho que el nombre es un acierto, pues otros asesores a la basura. Ya se que la tengo tomada con los asesores de todo tipo, pero es que es de libro.
El dueño del dinero prefiere cada vez mejores tiendas, mejores productos, o al menos mejor presentados pero no más caros, productos distintos y de otros países, intercalados con los de siempre.
Si ya sólo vamos a tener sopas de sobre todas iguales, magdalenas junto a máquinas de afeitar y chorizo envuelto en plástico al peso que quiere el que lo envasa, los clientes buscarán otra vez la tienda convencional. No queremos sólo dos tipos de chorizo, necesitamos 6 para ir cambiando.
Lidl aprendió que de vez en cuando hay que traer productos nuevos, ofertas de productos chinos, alemanes, mex¡canos o vinos del mundo. Todo con tal de que el cliente entre a ver la novedad.
En mi barrio el Supermercado Sencillo se está quedando vacío, eso si, es más fácil comprar que antes, luego es un éxito conseguido por los asesores. Igual ganan más, pero el barrio ha perdido.