Londres es una tierra de nadie. Cuidado con esa sensación porque nos tendremos que ir acostumbrando a ella.
Desde el Apple Store, en donde todos estamos locos por la tegnología hay gentes de todos los colores tecleando los portátiles, las calles están llenas de nacionalidades, no se trata de entenderse, de convivir; se trata de seguir trabajando por tu tierra, con independencia de las gentes.
La tierra, la identidad corresponde al territorio, no a las personas.
Nosotros pasamos.