Acabo de colgar con mis contactos en el País Vasco. Uno también tiene derecho a tener amigos en las partes en las que considere ¿no?
Se sabía desde hace semanas que esto estaba acabado del todo y se ha esperado al momento peor, posiblemente peor, en la semana de vía crucis del PSOE del 2007 en donde todo parece que le sale mal. Que nos sale mal porque muchos de estos temas nos afectan a todos.
Volvemos al diálogo del tú a tú.
Ellos nos puedes seguir llamando putos españoles y nosotros podemos decirles otra vez que son unos asesinos sangrientos. Bueno mis amigos me han dicho que los insultos no se han dejado de lado nunca.
Pero hemos perdido una ocasión histórica y de las que entran muy pocas en un siglo, para arreglar las cosas, para demostrar que el sentido común se puede aprender en la escuela de la vida. Ni unos, ni otros, ni los de allá, han sabido, han querido y han preferido hacer, porque cada uno tenía un motivo distinto para que fracasaran los intentos de los otros.
Con estas cuerdas y palos no se pueden hacer las barcas de la negociación. No existió nunca generosidad por parte de nadie, y la generosidad como la bondad o la oportunidad histórica o la capacidad de liderazgo o se tiene o no se tiene, pero en ningún sitio se vende ni se enseña.
Algunos de los jóvenes de este país no han conocido los años malos, y es posible que si los conozcan sepan a qué nos referimos los abuelos de la hostia cuando nos ponemos pesados intentando comprender las cosas. Una pena tener que recurrir a tener razón al tamaño precio que todos vamos a pagar.
Se sabía desde hace semanas que esto estaba acabado del todo y se ha esperado al momento peor, posiblemente peor, en la semana de vía crucis del PSOE del 2007 en donde todo parece que le sale mal. Que nos sale mal porque muchos de estos temas nos afectan a todos.
Volvemos al diálogo del tú a tú.
Ellos nos puedes seguir llamando putos españoles y nosotros podemos decirles otra vez que son unos asesinos sangrientos. Bueno mis amigos me han dicho que los insultos no se han dejado de lado nunca.
Pero hemos perdido una ocasión histórica y de las que entran muy pocas en un siglo, para arreglar las cosas, para demostrar que el sentido común se puede aprender en la escuela de la vida. Ni unos, ni otros, ni los de allá, han sabido, han querido y han preferido hacer, porque cada uno tenía un motivo distinto para que fracasaran los intentos de los otros.
Con estas cuerdas y palos no se pueden hacer las barcas de la negociación. No existió nunca generosidad por parte de nadie, y la generosidad como la bondad o la oportunidad histórica o la capacidad de liderazgo o se tiene o no se tiene, pero en ningún sitio se vende ni se enseña.
Algunos de los jóvenes de este país no han conocido los años malos, y es posible que si los conozcan sepan a qué nos referimos los abuelos de la hostia cuando nos ponemos pesados intentando comprender las cosas. Una pena tener que recurrir a tener razón al tamaño precio que todos vamos a pagar.