El candidato para alcalde por Madrid no supo ayer hacer política en el debate televisivo, lo que le imposibilita para ser alcalde de la capital de España. Fue tan grande el error cometido, que me extraña que sus asesores le dejaran llevar la revista en el bolsillo y mostrarla con el rostro de una señorita queriendo decir algo que no dijo.
Si sabía lo que quería decir lo tenía que haber dicho bien claro y alto, siempre que de verdad fuera algo político y no personal, y si lo que insinuaba era un tema personal ha demostrado que puede llegar a ser un gran presentador de TV pero un mal político.
Amigo Miguel, el PSOE no se merece que sus políticos jueguen a revisteros.
En política necesitamos nuevos profesionales que tengan razón, ganas de trabajar por todos pero sobre todo agallas o sentido común.
Amagar y no dar o jugar a ser malo no se debería llevar.