25.4.07

Telefónica, su servicio postventa y Ana

Cuando algo se rompe, y ahora es de lo más normal porque nada se hace para que dura más de 3 años, los servicios postventa entran en acción.
Se elige para dar la cara a la más adusta de las personas de la plantilla ya que dicho trabajo se las trae. Todos los que acudimos vamos cabreados, cosa que no se entiende bien ¿no?.
Vale que te pegues 50 minutos de espera, vale que veas como en esos minutos todos salen más cabreados de como entraron y sin ninguna solución, vale que cuando llegues con tu teléfono te digan que la queja la haces en el día 45 y no en el 7 y por tanto no tienes derecho más que a dejar tu teléfono para que lo revisen, aunque hayas oído que menos de 2 meses no tardan y que en algunos casos pueden estar 4 en paradero desconocido.
Había una señora delante que tenía tantas hojas en la mano que se le caían, que no era posible saber de qué eran ni para ella misma. Las visitas para arreglar su aparato se amontonaban en su tiempo de vida ya largo, y uno pensaba que era imposible que en 50 años de edad le hubieran sucedido tantas cosas como contaba por aquel aparatito pequeño. Ana nos miraba al resto tal vez buscando que en nuestro cabreo por el tiempo de espera, le pegáramos una paliza a la señora. Pero no lo consiguió.
A mi Ana me atendió ya cansada de atender. Y me mandó a tomar vientos. No había libres terminales de recambio para el tiempo que durara la avería, me dijo, porque tenían 100 y todos prestado. ¡Jope! dije yo, pues si que se estropean los aparatos estos o tal vez es que sea verdad que tardan meses en arreglarlos o que mienten.
Yo pedí la hoja de reclamaciones con calma, y eso le sacó de quicio a la pobre Ana. Pobre porque trabajar en ese sitio debe ser durísimo.
--¿Pero no ve usted los que están esperando?
Me volví con calma mirando la fila, dije que si y levanté los brazos a media altura como diciendo ¿y a mi qué? que es más o menos lo que ella había hecho conmigo.
Una vez rellenada la hoja se la llevó para que el jefe escondido pusiera sus alegaciones, y escribió que los 100 terminales estaban ya en manos de otros sufridos usuarios. Luego será verdad que hay mucho aparato jodidillo.
Moraleja, si te hechas novia y se llama Ana, pregunta donde trabaja por si está amargada de su trabajo, que eso se lleva al hogar y joroba mucho.