Mientras los españoles se van de casa bajo la lluvia, en busca de más lluvia, el Presidente de Irán se ha vestido del mismo traje gris de siempre y ha decidido jugar a los regalos con soldados robados.
Los malos tiempos de las ONG se acentúan y ahora a los que colaboran los van a mirar con cara rara, mientras los niños del hambre, los de verdad, seguirán sin enterarse de nada. Que existen mafias en los países en donde se ayuda no había duda, la jefa de un orfanato de Etiopía ricamente vestida poseía un gran todo terreno mientras las incubadoras eran cajas de cartón con bombillas para dar calor; pero había que seguir trabajando porque sin esa bombilla y el cariño de las cooperantes los niños de morían más.
Pero lo grave es que los que organizan desde aquí toda la ayuda, también se disfracen de "hermanos mala sombra" y se dediquen a cocinar cuentas.
Nuestras calles están vacías, las tiendas cerradas (un pecado para los que nos quedamos y no sabemos a donde ir a curar el mono) y encima nos obligan a no comer carne de ningún tipo y a orar en silencio.
Si lo se me voy, aunque sea a mojarme a otro sitio.
(Por cierto los vendedores tienen más derecho que nadie a guardar fiesta porque casi nunca tienen un fin de semana de 2 días, y para ellos esto es un alivio mental)
Los malos tiempos de las ONG se acentúan y ahora a los que colaboran los van a mirar con cara rara, mientras los niños del hambre, los de verdad, seguirán sin enterarse de nada. Que existen mafias en los países en donde se ayuda no había duda, la jefa de un orfanato de Etiopía ricamente vestida poseía un gran todo terreno mientras las incubadoras eran cajas de cartón con bombillas para dar calor; pero había que seguir trabajando porque sin esa bombilla y el cariño de las cooperantes los niños de morían más.
Pero lo grave es que los que organizan desde aquí toda la ayuda, también se disfracen de "hermanos mala sombra" y se dediquen a cocinar cuentas.
Nuestras calles están vacías, las tiendas cerradas (un pecado para los que nos quedamos y no sabemos a donde ir a curar el mono) y encima nos obligan a no comer carne de ningún tipo y a orar en silencio.
Si lo se me voy, aunque sea a mojarme a otro sitio.
(Por cierto los vendedores tienen más derecho que nadie a guardar fiesta porque casi nunca tienen un fin de semana de 2 días, y para ellos esto es un alivio mental)