Seguí su historia, seguimos mejor dicho su historia toda la familia, sin que él supiera nada. Me interesó la persona porque sabía que tenía algo más que unas buenas formas y un carisma especial. No era músico, era artista.
Y no me equivoqué en nada. Creo yo.
Conocí más a Jon, a Joni; y seguíamos a Marisol en sus trabajos sabiendo que su humor era tan especial que tenía que triunfar o perderse en el vacío de los idiotas que no saben distinguir lo bueno de lo mejor.
David, este mes me tocaba comprar disco. Comprar de verdad. Y tendrá que ser el tuyo. Espero que los otros amigos a los que les compro se esperan a Mayo cuando menos. Se que tu disco no me va a defraudar, es imposible porque los amigos secretos no engañan, y ahora tiene la ventaja de que ya existe en mi bolsillo un IPod.