17.2.07

Pensar que pensamos

Es casi un hecho excepcional (que hemos convertido en normal por las nuevas tecnologías), que tú estés leyendo esto que yo he escrito y leído antes, y no nos conozcamos de nada y ni ganas posiblemente que tengamos nunca.
Me regalas a mi unos segundos de tu vida, algo que no tiene precio, a cambio de que yo antes te haya regalado otros de la mía. Y en este acto de generosidad no sabemos si merece la pena la inversión o no. Como cualquier negocio en la vida.
No se si eres chica u hombre, alto y baja, de mis ideas o de las contrarias o de las del resto, si estás enferma o te sobre el tiempo, si trabajas o estudias.
Pero tienes enfrente esta ventana tal vez para reírte o para pensar.
Me gustaría saber qué piensas, me gustaría pensar si estás pensando en algo, si te das cuenta de que piensas o lo haces sin pensar, y a la vez me gustaría que tú te dieras cuenta de qué estas pensando, de la importancia tan grande de encontrarnos con nosotros mismos todos los días durante unos minutos y hablarnos para convencernos de lo que necesitamos. Es posible que el mejor psiquiatra seamos nosotros mismos.
Pero también es posible que dios seamos nosotros mismos.
Está en todas partes, me decían de niño, luego lo llevo dentro y habla conmigo, y hasta donde yo se, conmigo en silencio solo hablo yo.