Los aleros los inventaron los primeros que pensaron que había que optimizar la energía para acondicionar el aire en tiempos de calor. Ojo, que los aleros no son cornisas, los unos salen más que los otros, y sirven para evitar el sol en verano, cuando desde lo más alto ataca todas las paredes del edificio. Un buen alero hace sombra sobre toda la fachada pues trabaja como sombrilla mientras que la cornisa actúa como paraguas y es más corto.
Dicho esto que es más bien bobo porque todos ustedes lo saben, entro directamente a hablar sobre Al Gore. Este señor es un sufridor nato. En 3 ocasiones ha estado durmiendo sabiendo que al día siguiente iba a ser el Presidente de los EEUU y las 3 algún listillo le ha dado la pirula. Fue el vicepresidente con Clintón y ni dimitió este ni el Congreso le dió pajota para dejarle el despacho oval. Con aquellas papeletas mariposa del siglo XX que más parecían del XVII, le birlaron la tercera posibilidad al contar al revés.
Pero el hombre sigue creyendo que el mundo merece la pena y ahora pelea por intentar que sus bisnietos sigan teniendo un planeta azul.
A mi me cae bien desde siempre, pero más bien cuando me enteré que es socio de Apple. Si trabaja para Apple tiene que ser buena gente, seguro.