Qu se ponga de moda la Justicia es malo, que se hable mucho de ella es muy malo porque la Justicia como el valor en un elemento que en una democracia "se le supone" al sistema.
Cuando unos y otros, o unos más que otros, empiezan a manipular y además algunos se van dejando manipular en silencio y sin que se dejen huellas para que los del CSI no te puedan pillar, estamos haciendo trizas el sistema de vida que tantas alegrías y ejemplos supo exportar a medio mundo allá por los años 70 y 80.
Hasta los más tontos sabíamos en la transición que para conseguir éxito se necesitaban fuerzas ajenas al ciudadano que estuvieran por la labor del cambio, del avance, que nos llevara al mismo camino en el que ya avanzaban los demás países de Europa. Y que una de ellas era la Justicia, pero nadie dijo nada, todos dejaron que ella misma supiera cual era su responsabilidad y cual su papel en la historia.
Ahora los vecinos nos miran de reojo y se ríen, les damos algo de miedo y hablan de nosotros como los chicos tontos que no saben dejar de jugar con fuego. Nos comparan con algunos y salimos perdiendo, sobre todo en la asignatura de respeto y de dignidad.
Por último, querido José María, me alegro que me de la razón y que aplauda mi decisión de ir a varias manifestaciones en contra de la Guerra de Irak. Me alegro que años después me diga que usted estaba equivocado y yo tenía razón; lo único que siento es que usted era quien era y yo era quien soy y su opinión equivocada valía mucho más que la de millones que teníamos razón.
Cuando unos y otros, o unos más que otros, empiezan a manipular y además algunos se van dejando manipular en silencio y sin que se dejen huellas para que los del CSI no te puedan pillar, estamos haciendo trizas el sistema de vida que tantas alegrías y ejemplos supo exportar a medio mundo allá por los años 70 y 80.
Hasta los más tontos sabíamos en la transición que para conseguir éxito se necesitaban fuerzas ajenas al ciudadano que estuvieran por la labor del cambio, del avance, que nos llevara al mismo camino en el que ya avanzaban los demás países de Europa. Y que una de ellas era la Justicia, pero nadie dijo nada, todos dejaron que ella misma supiera cual era su responsabilidad y cual su papel en la historia.
Ahora los vecinos nos miran de reojo y se ríen, les damos algo de miedo y hablan de nosotros como los chicos tontos que no saben dejar de jugar con fuego. Nos comparan con algunos y salimos perdiendo, sobre todo en la asignatura de respeto y de dignidad.
Por último, querido José María, me alegro que me de la razón y que aplauda mi decisión de ir a varias manifestaciones en contra de la Guerra de Irak. Me alegro que años después me diga que usted estaba equivocado y yo tenía razón; lo único que siento es que usted era quien era y yo era quien soy y su opinión equivocada valía mucho más que la de millones que teníamos razón.