Este es mi colegio. Yo fui a 5 escuelas en mi vida infantil, y en esta solo estuve 4 años, pero es mi escuela y lo será para toda la vida. A ella llevé después a mis hijos y en ella empecé mi labor de APAS y de Consejos Escolares; a divertirme con el trabajo en grupo, a tener nuevos amigos adultos, a conocer a excelentes profesionales de la educación y a querer este mundo de los niños y de su formación.
En este colegio fui por primera vez Rey Mago y también por primera vez tuve que enfrentarme desde la mesa que habla a una asamblea de padres de más de 200 adultos que había que convencer de que lo mejor era mi idea de tranquilidad y no la suya de guerra. Nos salió bien porque nunca estuve solo, y sin que casi nadie lo sepa, gracias a aquello que me dio fuerza hoy existe un nuevo edificio maravilloso que un mediodía se tambaleó en una cuerda muy floja porque el político de turno no quiso ceder ni un milímetro de una orden que nadie quería cumplir. Aquellos casi 60 minutos de teléfono entre el Sr. Abinzano (Director Provincial de Educación) y yo fueron tensos y duros, y la orden recibida por mi fue sencilla pero difícil de trasmitir. Todos calladitos al colegio sin plante, o si no el colegio nuevo ya construido se convertía en colegio de secundaria y el Tomás Alvira se cerraba por ratio insuficiente.
Hoy, si, hoy, este colegio cumple 100 años y sigue llamándose Tomás Alvira y es un modelo.
Felicidades amigo. Los dos estamos algo ajados, pero debemos reconocer que nos lo hemos pasado muy bien. Allí me hice adolescente, compañero y amigo de los amigos, allí hice mi primer periódico con Angelito y mis primeros contactos políticos.
De allí surgieron muy buenos amigos que todavía duran y una nueva vida a partir de los años 80.
No puedo olvidarte hoy.
En este colegio fui por primera vez Rey Mago y también por primera vez tuve que enfrentarme desde la mesa que habla a una asamblea de padres de más de 200 adultos que había que convencer de que lo mejor era mi idea de tranquilidad y no la suya de guerra. Nos salió bien porque nunca estuve solo, y sin que casi nadie lo sepa, gracias a aquello que me dio fuerza hoy existe un nuevo edificio maravilloso que un mediodía se tambaleó en una cuerda muy floja porque el político de turno no quiso ceder ni un milímetro de una orden que nadie quería cumplir. Aquellos casi 60 minutos de teléfono entre el Sr. Abinzano (Director Provincial de Educación) y yo fueron tensos y duros, y la orden recibida por mi fue sencilla pero difícil de trasmitir. Todos calladitos al colegio sin plante, o si no el colegio nuevo ya construido se convertía en colegio de secundaria y el Tomás Alvira se cerraba por ratio insuficiente.
Hoy, si, hoy, este colegio cumple 100 años y sigue llamándose Tomás Alvira y es un modelo.
Felicidades amigo. Los dos estamos algo ajados, pero debemos reconocer que nos lo hemos pasado muy bien. Allí me hice adolescente, compañero y amigo de los amigos, allí hice mi primer periódico con Angelito y mis primeros contactos políticos.
De allí surgieron muy buenos amigos que todavía duran y una nueva vida a partir de los años 80.
No puedo olvidarte hoy.