Me puse a investigar un poco, que para eso sirve también el ordenador y, enseguida detecté que los inmigrantes pobres de la plaza venden bolsos y carteras y pañuelos y colonia y relojes hechos en países del sudeste asiático y con marcas conocidas. Terrible delito.
Y a la vez pude volver a revisar que marcas tan conocidas como las que usted ya sabe, además de fabricar excelente calzado deportivo en Vietnam vende colonia con su nombre y que un tal DG que debe ser la leche de rico por los anuncios que pone en la tele además de vender ropa vende relojes y que un tal Adolfo vende con su nombre pantalones, bolsos de piel, relojes y colonia.
O que algunos artistas famosos por ser artistas de cine entienden tanto de colonia o de cremas faciales que le ponen su nombre como si los fabricaran en su casa, aunque se hagan en Tailandia.
La Navidad todo lo tapa, pero yo me pregunté que en dónde estaba el delito Y claro lo encontré enseguida.
La Navidad todo lo tapa, pero yo me pregunté que en dónde estaba el delito Y claro lo encontré enseguida.
Lo grave no es que el producto sea malo o peor, ya que en realidad nadie fabrica nada de lo que vende con su nombre. El delito es que unos pagan impuestos y otros no. O sea es el mismo delito por el que se detuvo a Al Capone, ya que por los de verdad no fueron capaces de trincarlo.
La duda me surgió cuando no vi yo muy Al Capone al inmigrante de la esquina. Ya avisaba que yo estaba medio tonto.
La duda me surgió cuando no vi yo muy Al Capone al inmigrante de la esquina. Ya avisaba que yo estaba medio tonto.