Hoy hace un buen día en la Plaza de Cataluña de Barcelona. Las gentes llenan las calles, paseando o comprando, jugando con las palomas o disfrutando de una ciudad modelo de cultura y de arquitectura cuando menos.
Barcelona ha cambiado mucho en 20 años, los catalanes también, y posiblemente el resto de españoles no, eso es lo que no tengo tan seguro por que no quiero.
Vemos (ven otros) todavía a esta tierra como una zona cerrada, áspera para el forastero, compleja e inentendible.
Para mi es una tierra sencilla, abierta, con una personalidad propia que sabe que está bien asentada en el mundo y que no reniega de ser ciudadana del tiempo en el que le ha tocado vivir, y que ama su historia, algo que no todos sabemos o podemos decir.
La historia es la vida de nuestros antepasados, y sin tener que estar viviendo de ella, sí que se merece cuando menos el respeto de su recuerdo.
¡¡¡Suerte Cataluña!!!
Nota.: Este texto está escrito en el año 2006 y repasado 12 años después, sigo pensando lo mismo, que no es poco.