La libertad de cada uno de los habitantes de NY va dentro de sus pensamientos, y con ella el dolor de los recuerdos insoportables de hace 5 años.
Es difícil de explicar cómo tanto odio de unos pocos pudo con el sistema de defensa de lo que parecía ser el país más poderoso del mundo; como la libertad de todo el mundo occidental se pudo tambalear de una manera tan absurda, porque los hechos sucedieron de una manera que la historia juzgará con pena y errores de ineptos.
No debemos bajar la guardia, pero tampoco perder nuestro sistema de vida que es el correcto, que es el que produce libertad y calidad de vida.
Mi recuerdo hoy no es para las víctimas directas de aquel 11S, sino para todos los habitantes de NY que aquel día perdieron parte de su camino y de sus proyectos de libertad. Espero que sepan seguir caminando sabiendo elegir a sus gobernantes con la misma libertad de siempre.